La integración en psicoterapia no es una nueva modalidad, es una necesidad.
Venimos al mundo y es digno llegar a cierta comprensión de la existencia. De no ser así, la vida sería nimia y sin sentido. En los tiempos que corren se ha despertado un una luz por ese conocimiento. En otras épocas, o había pocas posibilidades o tan solo ciertas personas podían acceder al conocimiento. Pensemos cual es ese conocimiento… En realidad es simple: es el que nos hace libres. Libres de ataduras, de pensamientos, libres para crear un espacio donde desarrollemos nuestros talentos. Ya que si tenemos que vivir subyugados a este cuerpo, que sea este un vehículo para la transformación, para la alquimia en aras del devenir.
El objetivo del trabajo con psicoterapia integrativa es el desarrollar diferentes aspectos personales (cada disciplina expondrá una información diferente de un mismo hecho) y unificar el resultado.Para que esta metamorfosis tenga lugar, la mejor manera es aplicar método al asunto, ya que la búsqueda es el núcleo de sabiduría que cada uno de nosotros llevamos en nuestro interior. Este núcleo es personal y es el origen de nuestro ser, por lo que cada uno tiene que aventurarse a indagar en él. La psicoterapia integrativa puede acercarnos, pero tenemos que reconocer qué estamos buscando. La psicoterapia maneja dos corrientes diferenciadas pero no excluyentes. Las experiencias que podemos vivir terapéuticamente son de tipo personal (emocionales, fenomenológicas e introspectivas); por otro lado también podemos vivir experiencias transpersonales (perinatales, vidas pasadas y arquetípicas). Tanto las experiencias personales como las transpersonales tienen un sentido de ser: revelar en la existencia de la persona la luz de ese vibrante núcleo.
Las técnicas terapéuticas recorren un camino y cada una da una versión diferente de los hechos. Si estamos trabajando con diferentes disciplinas es obvio que hay que encontrar un denominador común. El objetivo del trabajo con psicoterapia integrativa es el desarrollar diferentes aspectos personales (cada disciplina expondrá una información diferente de un mismo hecho) y unificar el resultado. Así, al desarrollar información personal con distintas técnicas y relacionar los resultados, estos nos dan un punto de vista más coherente y solido que trabajando desde una sola disciplina.
El problema de la terapia integrativa es no estar respaldado por un equipo que opere con las distintas disciplinas. Eso es porque es muy difícil que la propia persona por sí sola sostenga el objetivo del proceso personal. A menudo, cuando tenemos una idea de nosotros mismos, nos reducimos a esa finalidad, con lo cual disminuimos nuestras expectativas. Por lo que es muy recomendable un guía o un equipo multidisciplinar que haya pasado por ese trance hasta que se pueda caminar por uno mismo.