ésta es la auténtica y exclusiva ley española en vigor:
al amigo todo,
al enemigo nada
y al indiferente, la ley vigente
de modo que si alguien quiere progresar, más le vale concentrar sus esfuerzos en hacer amigos influyentes. De ser posible una carrerita viste, pero no es imprescindible, y desde luego ayuda figurar en algún partido político o sindicato (el signo político da igual, ya llegará el turno).
que se diga de una vez abiertamente: ESPAÑA NO ES UNA MERITOCRACIA, ES UNA AMIGOCRACIA, y si todavía algún iluso pretende progresar por sus méritos académicos o laborales, lo mejor que puede hacer son las maletas.
y de propina: por este motivo no estalla el país ante los desmanes que estamos viviendo. Porque tenemos una cultura de cuarenta años (y seguramente anterior, aunque esa no la he vivido) de clientelismo y del «cállate y pon la mano, por la cuenta que te trae». Sólo que ahora no llegan los dineros para todos, qué le vamos a hacer. Pero no desesperen y confíen en sus amigos, la gente aguantará, pasará la crisis y volveremos a las mismas.
ronronea: levina