Hoy te he visto en otros ojos...
En una mirada desconocida que iluminó mi rostro, que casi rozó mis labios, y me miró ignorante de que eras tú quien me traspasaba... Te reconocí, me reconocieron por un instante, dibujando una sonrisa en la pupila, como un chispazo...
Su portador, ajeno al desencuentro, se vio obligado a detener su paso...
Y me miró...
Pero no vio nada.
Porque todavía veo el mundo a través de tus ojos…