TÍTULO ORIGINAL: Evil Dead
AÑO: 2013
DURACIÓN: 91 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Fede Álvarez
GUIÓN: Diablo Cody, Sam Raimi, Fede Alvarez, Rodo Sayagues Mendez
MÚSICA: Roque Baños
FOTOGRAFÍA: Aaron Morton
REPARTO: Jane Levy, Shiloh Fernandez, Lou Taylor Pucci, Elizabeth Blackmore, Jessica Lucas
PRODUCTORA: FilmDistrict / Ghost House Pictures / Mandate Pictures / Sony Pictures Entertainment (SPE)
Cinco amigos se alojan en una cabaña de Tenessee para así poder ayudar a una de los jóvenes, que se encuentra en rehabilitación por drogas. Estar sin sus drogas convierte a la chica en una persona agresiva, lo que llevará a sus amigos a no darse cuenta de que en realidad esta poseída por demonios que fueron desatados al leer el Necromicon...
La semana pasada le pegué un repaso, a una de las obras más míticas de la década de los 80 del cine de terror. El motivo fue por el que hoy aquí nos ocupa, el inminente remake de Posesión infernal. Pues bien ha llegado la semana del estreno y es hora de analizar dicho trabajo modernizado.
Con solamente cuatro cortometrajes en su filmografía, el uruguayo Fede Álvarez dirige una relectura, que a pesar de contener bastantes y acertados guiños al film original, aporta algunas notas propias al conjunto. Aunque teniendo en cuenta de donde viene y ha donde pretende llegar, no es una absoluta decepción pero el resultado es insuficiente.
Ataque de pánico, publicado en 2009 fue el último de los cuatro cortometrajes mencionados, que le sirvió a Álvarez para que la productora de Sam Raimi pusiera el ojo en él. Consiguiendo así la llave que le ha abierto ese cerrojo tan difícil de franquear, el de Hollywood. Y en lugar de acabar realizando un largometraje basado en su propio cortometraje, ha terminado enrolándose en un producto con un gran peso detrás, un público fanático de la obra original. Generaciones más jóvenes van a flipar bastante con el film, sus excesos en cuanto a gore se refiere, cumplen sobradamente.
Pero los más veteranos, los fervientes devotos de la obra original o los que sin ser auténticos fans, la vieron siendo todavía unos infantes, encontrarán a faltar ese punto que no sabría describir muy bien. Un 'algo' que un grupo de jóvenes y entusiastas compañeros (Raimi, Campbell y Tapert), hace ya 32 y con 37 veces menos presupuesto, sí consiguieron. Realmente el ingenio de éstos era tan asombroso que su obra se sostiene perfectamente después de tantísimos años. Mientras que en esta versión, si le quitamos los excesos de su parte visual, perdería bastantes puntos.
Pero bueno, la película tenía muchos aspectos que rellenar, y en cierta manera los cumple. Sin embargo, como he mencionado, tiene algunas desavenencias para con los fans más acérrimos, quizás, los menos fanáticos también las encuentren.
Que el film goza de una ambientación y aspecto visual impecable, es indiscutible. Algo relativamente fácil con 14 millones de dólares bajo el brazo. Por contra diré, que otras con 250 millones no hacen/consiguen ni la mitad, así que en ese aspecto tiene mi aprobado.
Los decorados interiores y exteriores, han sido realmente cuidados y mimetizados con un aspecto lúgubre y tenebroso, además de gozar de una suciedad extrema en la imagen, que otorga al film una oscuridad muy bien conseguida. Meritos alcanzados también gracias a la siniestra iluminación, la excelente fotografía y, imagino, labores de post-producción como el retoque de colores etc. En cuanto a efectos especiales, veo mucha vieja escuela en ellos, pasando por el maquillaje y terminando por la masacre en cuestión, eso me gusta.
Y aunque las declaraciones de Álvarez respecto a la ausencia de efectos digitales, me tenían receloso. Pues el tráiler me hacía sospechar lo contrario, tenía la sensación de cierto abuso digital, más aún cuando Ataque de pánico usa los efectos digitales indiscriminadamente.
Pero dichas declaraciones, cobran una veracidad tras ver el film al completo. Es cierto, que algunos detalles si lo son, como el uso del fuego, la riada y, creo, que el vomito negro en la escena de la violación del bosque, también. Aunque la sangre de 'verdad' de la que presumen haber usado 25000 litros, las amputaciones, heridas y un sinfín de efectos artesanales han compensado con creces (tres) el resto.
El apartado sonoro me ha parecido tremendamente conseguido, los crujidos de la casa, el bosque y otros ruidos ambientales tienen un cariz muy real e inquietante. Aunque eso, se pierde un poco a partir de medio film, cuando la ambiental y estridente maligna banda sonora, compuesta por Roque Baños (Celda 211, El maquinista) pasa a ser, en ocasiones, una barroca pieza que tapa dichos efectos con algunos 'tachan' para generar el susto fácil en el espectador (unas veces lo consigue con más acierto que otras) u otros momentos orquestalmente demasiado sobresaturados en el intenso y descerebrado tramo final del film.
Lo que no brilla tanto como su apartado técnico, es el guión. Escrito nada más y nada menos que a ocho manos; por el propio Álvarez, Rodo Sayagues (guionista de dos cortos de Álvarez), Sam Raimi (firmando el original) y Diablo Cody (guionista de Jennifer's Body), aunque de Cody, creo recordar haber leído que se limitó a realizar algunos arreglos en el último borrador. Cuesta creer que hayan hecho falta tantas manos para escribir tan abrupto y parabólico guión.
Es cierto que el original no era para darle un premio al mejor guión, pero sin tanto adorno y justificaciones varias, conseguía mucho más. Argumentalmente ésta sigue la misma línea marcada en la obra de 1981. Y aún tratándose de un remake, en el intento de desvincularse un poco de la gran sombra ejercida por la obra de Raimi, han introducido algunos cambios que dotan al film de un estilo algo más personal.
Restándole cierta importancia a la ausencia de algunas escenas míticas, como la primera manifestación jugando a las cartas, me parece un acierto que la película no pretenda ser un calco exacto.
Pero las excesivas y continuas explicaciones además de la elaboración en ciertos detalles argumentales, como detalles sobre una especie de profecía, hacen más daño que otra cosa.
Mientras que en la original, casi todo quedaba un poco más cercano a lo inexplicable, aquí todo se intenta justificar en exceso y en reiteradas ocasiones, quitando de un plumazo esa aura misteriosa y enigmática que poseía la obra original.
Por lo que he leído en la red, un aspecto que nadie ha parecido mencionar, es que no solamente se limita a incluir guiños de la primera parte, también coge algunos de la segunda. Aquí surge un problema bastante gordo, sin perder el tono serio que Álvarez como director y Raimi como productor, han conseguido plasmar en el film, hay detalles que hacen referencia más cercanos al humor, detalles que en un contexto serio como es éste, no encajan debidamente.
A nivel interpretativo no simpatizamos realmente con ninguno de sus protagonistas, ni siquiera con la carga dramática que le imprimen desde el primer minuto. Mientras en la original iban a pasar un fin de semana tranquilo y apacible, todo lo demás era algo fortuito. Aquí ya partimos de una base problemática, obligar a una amiga/hermana dejar las drogas. Sin embargo los roles de protagonismo se invierten en cierto punto del film, detalle que no resulta convincente tal como lo han realizado, la intención de sorprender a los que ya conocían el final original, ha jugado una mala pasada. Una cosa que no ha terminado de agradarme es el abuso del efecto 'tic' que tienen en algunos momentos los personajes poseídos, más cercano a películas de exorcismos al uso, como El último exorcismo o El exorcismo de Emily Rose. Que sí, que Posesión infernal va sobre exorcismos y posesiones, pero no desde un punto de vista eclesiástico u religioso.
Ash (Bruce Campbell) en la original caía en gracia al espectador, si bien, esto no fue algo voluntario que idearan previamente al realizar la película, éste consiguió de manera fructuosa hacerse un hueco en el corazón del espectador, potenciándolo aún más en la segunda y tercera entrega.
Por el contrario aquí no nos importa demasiado si viven o mueren, aunque me decanto por lo segundo. Sus roles se acercan más al de un slasher, personajes estúpidos y cretinos a los que deseas ver morir. Interpretativamente todos están bastante planos, pero si hay que destacar a alguien, es a Jane Levy en el papel de Mia, la joven drogadicta y el demonio principal, que nos reportará algunas de las escenas míticas.
Por cuestiones de ambientación, la intención era verla en versión original, pero por alguna estúpida decisión en la distribución, no ha sido posible. El doblaje hace que pierda un poco de intensidad en las voces demoniacas. Pero tampoco ha resultado altamente grave, ya que la película mola, pero no impacta, así que acaba siendo un mal menor.
Ha sido un buen intento, aunque bajo mi punto de vista, les ha quedado una película muy visual y poco argumental. Es una lástima que tanto esfuerzo se vea mermado por un guión sobrecargado de información, en el que se crean unas grandilocuentes expectativas en el espectador, que en el desenlace se precipitan a un rápido final, y solo cumple en su parte visual. Por último mencionar que al final de los créditos finales, hay una sorpresa, tonta, pero al fin y al cabo una sorpresa.
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Machete
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