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Poshumanismo y superhombre (I)

Publicado el 23 agosto 2013 por Javier Ruiz Fernández @jaruiz_

¡Será posible! ¡Este viejo santo en su bosque no ha oído todavía nada de que Dios ha muerto!

 Introducción

Para contraponer adecuadamente algunas de las teorías y definiciones de Friedrich Nietzsche, en especial aquellas que atañen al superhombre, frente a conceptos trascendentales del poshumanismo es necesario que el lector conozca y comprenda la forma y el fondo de quien escribe y quien suscribe o replica.

Por esta razón, si recuerdas con claridad el fin y lo que puede concluirse de los conceptos de voluntad de poder, muerte de dios, superhombre y, en menor medida, eterno retorno, considero que puedes ahorrarte estas dos entradas.

Una revisión de los principales conceptos de la filosofía de Friedrich Nietzsche

En Así habló Zaratustra, Friedrich Nietzsche expresa gran parte de sus ideas a través de la narración y la poesía útil; más allá del tratado filosófico y el lenguaje específico, el filósofo optó por escoger un formato estético más agradable y digerible.

La figura de Zaratustra, para la que se inspiró en Zoroastro, fundador de la corriente iraní del zoroastrismo, es la de un asceta cuyo tiempo de reflexión le ha acercado a una comprensión mejor del hombre y su naturaleza, así como de la vida, la muerte y el mundo. Una vez el ermitaño siente que su conocimiento es suficiente y el momento es adecuado, vuelve a la civilización para dar parte de los cuatro pilares fundamentales en los que se sustenta la filosofía de Nietzsche: la muerte de dios, el superhombre, el concepto de voluntad de poder y la creencia en el eterno retorno.

Nietzsche (caricatura)

Caricatura del filósofo alemán Friedrich Nietzsche.

Su buena nueva acoge fuertes similitudes con los mensajes anunciadores de los principales dogmas monoteístas y, también, diferencias obvias, puesto que supone la extinción de cualquier figura metafísica. De igual modo, la recepción de Zaratustra, quien ya se sabe superhombre al inicio de la obra, es lenta o, directamente, inexistente por sus coetáneos.

La primera fase, la muerte de dios, es un proceso inalterable y previo a la concepción de los seres humanos como superhombres. Así, la concepción de un mundo sin divinidades ni otras concepciones que expliquen el mundo físico a través del metafísico es un paso necesario del hombre hacia la edad adulta y hacia su crecimiento físico, moral y espiritual.

Nietzsche concebía el cristianismo y el resto de corrientes dogmáticas como platonismo barato, es decir, como mitología que surge en los primeros tiempos de la humanidad sobre los pasos de una causa primera. Para Nietzsche, la religiosidad producía y obligaba a adoptar un mensaje moral e irracional, contrario al juicio y a la razón crítica que, en última instancia, siempre ayudaba a los poderosos y a la preservación de un statu quo.

El concepto de la muerte de dios supone, en palabras del filósofo, recoger la potestad de vivir, pensar y sentir sin necesidad de un ser superior, y encauzar la naturaleza y la moral humana al servicio de los hombres y de la propia existencia.

Una vez meditado y aceptado este “juicio de la razón”, y comprendido que la naturaleza, la bondad, la miseria, el dolor, la muerte y la maldad forman parte de nosotros, los hombres están preparados para tomar partido de su propia existencia, a través de otro concepto universal en la filosofía de Nietzsche: la voluntad de poder, que alega que el motor que verdaderamente mueve la naturaleza humana es la ambición y el deseo por alcanzar aquel puesto y aquellos objetivos que sentimos que nos corresponden y nos definen.

Como idea, la voluntad de poder fue interpretada y utilizada por el nazismo como la potestad de un pueblo de alcanzar el lugar que creían que les correspondía, incluso desde un nivel biológico. Sin embargo, obviando que muchas de las acciones del nazismo eran, directamente, deshumanizadoras, resultaría imposible plantear la monstruosidad como un paso previo al superhombre, quien tiene una definición plenamente humanista. Para más información, pueden consultarse escritos de Alfred Bäumler sobre darwinismo social.

(Continuará.)


Poshumanismo y superhombre (I)

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