Positano

Positano me recuerda a ti, a ti y ese viaje que nunca ocurrió, esa noche que nunca pasó en la suite de Capri, esas caricias que nunca nos dimos, ese tiempo que no pudimos pasar juntos.

Las escaleras al mar, la suave brisa que viene del mediterráneo, ¿recuerdas como en tu italiano de academia preguntabas el horario de los ferrys entre Nápoles y Capri desde un teléfono a más de 2000 km.? Más de dos meses de planificar el viaje.

Positano y Frankfurt, hermanados en mi cabeza, recuerdo la nieve de Frankfurt y bloqueado en el aeropuerto mientras decidían se podía despegar, y yo en la sala de espera escribiéndote, soñando con el sol en la cara. Dos meses más tarde, no quedaban ni los ecos de ese viaje imaginado…