Querido Sebastián,
Esta postal te la envío desde Salamanca, hasta ahora, la ciudad más bonita que hemos conocido y en la que más he pensado en ti; soñaba con tu futuro como universitario allí entre los jardines y la Catedral e imaginaba tu presente allí conmigo, en uno de los paseos más “¡Vamos a explorar!” que hemos hecho.
Sí, me sentía como una exploradora perdida entre edificios que más que cemento y ladrillo son obras de arte, sin mapa que seguir -gracias a la oficina de turismo que se marcha a hacer la siesta- y buscando tesoros ocultos.
Menos mal que una amiga (Gracias Pichu) nos hizo nuestro propio plan de visita, y aunque íbamos trastabillando de un sitio a otro, lo cumplimos casi todo. Pero tenemos que volver [¡Es una promesa, Pichu!]
Salamanca es una ciudad lúdica, a pesar de la antigüedad de sus edificios puedes encontrar una biblioteca cuya fachada son conchas justo frente a La Clerecía, un edificio monumental barroco. Y esos pequeños detalles, me hacían sonreír.
¿En qué ciudad del mundo una Catedral majestuosa y preciosa puede tener un astronauta en su puerta?. Sólo en Salamanca, que tiene ese espíritu pícaro, porque las ciudades tienen su propia personalidad, Sebastián.
Yo a Salamanca la imagino como una niña traviesa, que se divierte viendo a los estudiantes que buscan desesperados a la rana que está sobre una calavera para aprobar el curso (Según la leyenda es así). O espiando a los enamorados que se juran amor eterno en el jardín de Calixto y Melibea.
Luego de pasear por ella, entendí por qué aquel autor anónimo decidió -si es el verbo más apropiado- que allí nacería el Lazarillo de Tormes.
Tips para el explorador de Salamanca *Por Pichu
- Si vas en coche, el lugar perfecto para aparcar es en la avenida de Filiberto Villalobos (Puedes usar el número 71 de referencia). Queda relativamente cerca del casco histórico (siempre y cuando te pares al principio de la avenida) y no tiene parquímetro. ¡El gran dato!
- Lugares que no deben perderse: la Casa de las Conchas (Es la Biblioteca Pública), la Catedral vieja y la nueva, que están una al lado de la otra.
- Subir a las Torres de la Clerecía en la Catedral y tomar las fotos más hermosas de la ciudad
- Buscar el astronauta en la fachada de una de las puertas de la Catedral y la rana encima de la calavera en la fachada de la sede antigua de la universidad.
- Tomar café en el Museo de Art Decó y disfrutar de las vistas.
- Pasear por el pequeño jardín de Calixto y Melibea.
- Cruzar el río Tormes por el puente romano y devolverse por el otro puente para tomar fotos
- Tomar fotos a la fachada del convento de San Esteban y sí se animan entrar a visitarlo
- Comprar dulces a las monjitas del Convento de las Dueñas.
Postales de Tiby como memorias de nuestros viajes por España, escritas a mi sobrino. En ellas, otros turistas podrán conseguir recomendaciones para que se animen a tomar su pasaporte, ticket de tren y conocer mundo.