En 2006, el gran Enric González publica Historias de Nueva York, que junto a Historias de Londres forma parte de lo que el denomina "guías de contexto sobre una ciudad". Entre los detalles de su crónica, de su peculiar visión de lugares y gentes, comete un pequeño desliz. Un desliz del que no sólo se percatan los lectores del libro que aman el cómic, sino también los lectores de algunas páginas web que lo reproducen en internet.
En octubre de 2009, hace una semana concretamente, la revista dedicada al mundo del libro Qué leer sale al mercado con un interesante contenido. A destacar, una entrevista a Agustín Fernández Mallo, la vanguardia de la vanguardia, quien escribe además un reportaje en el que da una breve visión postpoética de Nueva York. En la introducción, el hombre Nocilla se macula con un patinazo que vuelve a airear el ya olvidado error del pobre Enric:
"Como recuerda Enric González en su magnífico Historias de Nueva York, en los cómics de Marvel se redefinía urbanísticamente NYC de la siguiente manera: la* Metrópolis, el hábitat de Superman, ahí nunca es de noche; Gotham, el sur de Manhattan, reino de la oscuridad y de Batman; Harlem, sólo es eso, Harlem".
De Miller a Mallo, de DC a Marvel, su contraria y competidora. ¿Una idea mareada por tanto transporte?, ¿un meme mutante con mala baba?, ¿una provocativa argucia de escritor?, ¿corporativismo con el ínclito señor Foix?
¿Postpoesía?
*El artículo determinado femenino del singular, que connota un gran conocimiento del cómic, es un aporte del gallego. No todo va a ser copiar y mezclar, que lo postmoderno también necesita material nuevo.