Lo más recomendable una vez situados en el pueblo, es perdernos por los callejones del casco viejo. Declarado Conjunto Histórico Artístico, es suma de estrechas y adoquinadas calles y caserones ornamentados con llamativos escudos de armas. Es fácil imaginarnos en esas mismas calles siglos atrás.
Potes es conocida como la villa de los puentes y las torres. Por lo que un paseo por el margen del río, nos permitirá disfrutar de cada uno de ellos.
Con referencia a las torres, destacan la de Orejón de la Lama y especialmente la del Infantado. Ambas del siglo XV.
En su estancia, el visitante dispondrá de una enorme variedad gastronómica y de ocio. A lo largo del pueblo, encontraremos infinidad de restaurantes, con todo tipo de menús. Aunque lo más típico de la zona, es el cocido lebaniego y por supuesto los licores de orujo.
En las cercanías de la población, tenemos opción de visitar el monasterio de Santo Toribio o acceder al teleférico de Fuente Dé. Que nos da paso a diversas rutas por Picos de Europa.
Y como siempre, os dejo un paseo en imágenes.
Sigue con el recorrido en mi galería de Flickr.