El pánico se acentuó debido al petate que portaba el desequilibrado predicador que también comenzó a clamar consignas sobre el juicio final. Teniendo en cuenta los tiempos que corren de fanatismo, más de uno se temió lo peor.
Cuando el tren hizo una parada en una señal de tráfico ferroviario, los pasajeros hicieron saltar la alarma de emergencia, abrieron las puertas y se bajaron del vagón huyendo por las vías.]
Un agente de seguridad que había cacheado al individuo “solo pudo hallar dentro de su bolsa varias bebidas y libros”. sputniknews.com/