Revista Talentos
Aquel extraño interrumpió nuestra conversación sin manifestar buenos modales. Dijo que nuestro pueblo costero sería barrido por un maremoto. Su pronóstico parecía increíble pero su convicción, fascinante. Terminó diciendo que, si lo tocaba un rayo, su exposición sería irrefutable. Guardó silencio y en unos cuantos segundos un relámpago lo desintegró.