Siempre me ha sorprendido la gran cantidad de prefinales ventajosos que surgen de la Apertura Catalana, en donde la dominante posición del alfil en 'g2' cumple un magnífico rol presionando sobre toda la diagonal y sobre el flanco dama rival. Es muy típico ver que en las primeras jugadas las damas se cambien y el Negro tenga que sufrir toda la partida para tratar de conseguir medio punto.En la siguiente partida, extraída de la Copa de Campeones de Torre Blanca, podemos ver un ejemplo bastante concreto, en donde el Blanco literalmente aplasta el Negro, sin saber muy bien el perdedor que hizo de malo. Pero estas posiciones son así, bastante engañosas...