Johan Cruyff, fue un jugador del FC Barcelona y entrenador de la selección catalana. Nunca ha sabido hablar catalán y su español no deja de ser peculiar pero nunca le han llamado Joan Cruyff.
Hace poco acudí a una institución, de la que hablaré algún día, radicada en Barcelona en la calle Johann Sebastian Bach. A esta calle todo el mundo la conoce como "Juan Sebastian Bac" o "Joan Sebastian Bac" (en catalán)
No soy experto en estas lides. Me llamo Santiago equivalente a Jaume, versión catalana de Jaime que es un nombre masculino de origen bíblico, transformado desde la versión inicial de Jacob "ya'agob" en hebreo, al latín "jacobus" pasando por el provenzal "jacme" y, con el paso del tiempo, en Jaime o Jacme. Su significado es "Aquel a que Dios recompensara" o "Aquel que sigue a Dios". Las variantes modernas serían Jacobo, Iago y Santiago.
Bastante familiares míos han catalanizado sus nombres originales. Desde siempre eran para mí Gerardo, José Luis, Jorge pero ahora son Gerard, Lluis o Jordi y me cuesta el cambio. Igual me ha ocurrido con mi "abuelo Adolfo"; se viviera me sentiría raro aunque tiene una calle con su nombre "Carrer d´Adolf Florensa". La verdad es que me fastidiaría mucho que me llamaran Dr. Jaume García-Tornel por una simple razón, no me gusta nada.
Si hay "pela" no hace falta el catalán. Nissan