Buenas noches, queridos ovejosos.
Sé que no es viernes y que, por tanto, en teoría no debería tocar consultorio, pero la autora de la pregunta me ha pedido expresamente si podría hacer un adelanto a modo de excepción, ya que necesita conocer mi opinión hoy y no dentro de una semana.
Por tanto, y como yo me debo a vosotros, mis fieles fanses, hoy tenemos edición especial del consultorio rizoso.
El viernes volveremos a tener otra edición, volviendo así a la normalidad.
Amos allá.
Querida oveja: hoy me ha pasado algo que me apetece contar el blog. Puedo contar que le ha pasado a una amiga o que es mentira, pero quien me siga en Twitter sabrá la verdad. En realidad eso me importa un pito, pero una parte de mí siente como pánico a que la otra persona implicada encuentre casualmente el blog y se enfade. Me parece poco probable, creo que soy una histérica. La historia no tiene nada de malo. Dime, ¿me callo o debo asumir que soy subnormal y contar lo que me apetezca y punto? Gracias, preciosa y sabia oveja :)
Querida histérica adorable: si hay una posibilidad entre un millón de que la persona implicada encuentre el blog y se enfade, no lo escribas. Está científicamente comprobado que aunque llevemos años sin saber de alguien, el día que le criticamos o hacemos algo chungo en su contra, aparece. Eso sí... si lo que quieres contar no es grave y realmente no crees que se vaya a enfadar y son sólo paranoias tuyas, adelante pues. Pero no digas que le pasó a otra o que es mentira, sería contraproducente y además no tendría sentido.
Hay un dicho que habla sobre otra cosa pero que es perfectamente aplicable a esta situación: si no quieres perder un libro, no lo prestes. Pues... si te importa mucho que la otra persona se entere de lo que vas a escribir... no lo escribas.
Porcier, me voy a poner en modo controlador y te voy a cobrar las horas extras :P
¡Besotes!