Querida oveja: estoy cansado de que las mujeres no sepan lo que quieren. Cuantos más piropos y cumplidos les dedico o cuanto más interés les demuestro, menos interés muestran hacia mí. ¿Es cierto eso de os gusta que os traten mal o qué? ¿Hay que esconder nuestro interés por vosotras para que nos correspondáis? Firmado: un hombre desilusionado.
Querido desilusionado: no. Rotundamente no, no es cierto que nos mole que nos den caña, que nos traten mal y todos esos tópicos que algunos hombres utilizan como excusa para comportarse como cabrones.
Simplemente tienes que verlo desde otro punto de vista para entenderlo: las mujeres somos mucho más racionales, en general, que los hombres. Si les doras la píldora sin venir a cuento, tratándolas como princesas y asegurándoles que son lo más hermoso que has visto en su vida, seguramente se paren en el sitio y piensen que hay gato encerrado.
Ponte en situación: yo, una oveja bastante mona, salgo una noche de marcha al prado. De pronto un carnero buenorro, forrao, educado y elegante (de esos que todas querríamos de novio) se me acerca y me dice que soy la oveja más hermosa que ha visto en su vida. Que le gusto muchísimo, que le parezco muy interesante y que si querría acompañarle a otro prado más tranquilo para compartir el resto de nuestras vidas.
Ahí es cuando se rompe el encanto y yo, como hembra que soy, me paro en seco y le doy calabazas. NO PUEDE SER TAN PERFECTO. ¿Y sabes por qué, dónde ha estado el fallo? En que yo no me siento merecedora de tanto cumplido y de tanto embelesamiento. ¡Si ni siquiera hemos hablado!
Las mujeres necesitan eso mismo: sentir que se merecen a alguien estupendo. No que cualquiera venga y se les ponga en bandeja. Está bien que muestres interés por ella, pero de ahí a arrastrarte por el suelo que ella pisa hay un trecho. Busca siempre el término medio y deja que ella sienta que te tiene que ganar también, que no se lo das todo hecho. Que tú vales mucho, igual que ella.
Si consigues quedar con ella un par de veces, cambia esos piropos fáciles sobre su hermosura por preguntas. Interésate primero por ella, por cómo es, a qué se dedica, qué se le da mejor, qué le hace feliz. Deja que ella te cuente y entonces muestra tu interés por todo eso. Las chicas necesitan ver que te gustan por quién son, no por lo bien que les quede el escote. Quieren asegurarse de que un tipo tan interesante como tú se haya colado por ellas porque no le quedaba más remedio, no porque sean las primeras que se te hayan puesto por delante.
Porque parto de la base de que ella te gusta de verdad. Para echar un kiki ve y pregúntale a otra oveja, que yo tengo mis principios :P
Cuando la chica vea que todo eso que sientes está justificado, (porque te ha embelesado con su ingenio, con su conversación, con su inteligencia, con su belleza natural de un domingo por la tarde) entonces dejará de tener la mosca detrás de la oreja y su lado racional quedará relegado en segundo plano dejando paso al instintivo... que es el que le hace estar coladita por tus huesos.
Lo sé, no es fácil. Pero seguro que merece la pena, ¿no crees? ;)