Sorprende a tu cliente... "regalar para ganar."
Tenemos muchos ejemplos del resultado que da un regalo, un extra, una atención no esperada. Si al terminar la obra, le sorprendemos con un pequeño detalle, puede ser el más simple, pero cuidando el detalle que cumpla con las necesidades de nuestro cliente, las probabilidades se habrán disparado. Por norma general, el cliente suele recordar mejor el gesto que el propio presente.
Sucede lo mismo que cuando vamos a un restaurante y nos invitan a algo, ya sea un postre o una ronda de "chupitos", este detalle lo recordaremos y seguramente volveremos. Además si tratamos a nuestro cliente por su nombre y nos dirigimos a estos como tal, y si en lugar de un trabajador nuestro, lo hace nuestro director o el diseñador encargado de la obra, el efecto será mucho mayor, ya que nos sentiremos adulados, encantados!.
Así que, sin tener en cuenta a lo que nos dediquemos, siempre podremos encontrar un regalo para nuestro cliente y se sientan gratamente sorprendidos.