Algunos reconocerán la imagen del sorteo que acompañó este blog unas semanas. El pasado 21 de octubre el Blog El viaje Infinito cumplió un añito. Para celebrarlo se han mudado a un dominio propio y organizaron un sorteo, un megasorteo, pues había cinco premios.
El pasado día 6 de noviembre me indicaron que había sido la ganadora del premio número 4:
En un lugar de la Mancha de cuyo nombre sí quiero acordarme se encuentra nuestro cuarto regalo: Pura elegancia, en concreto en la localidad de Almansa, provincia de Albacete. El regalo consiste en una estancia gratuita, desayuno, circuito de hidroterapia y un sinfín de placeres y actividades relajantes en el hotel Blu Almansa.
Este hotel de vanguardia y diseño es uno de los mejor valorados por Trivago en las categorías de Spa, Hotel de ciudad y Hotel para gourmet de Castilla la Mancha, además de constar como el cuarto mejor hotel de esta comunidad en nuestra lista personal de mejores hoteles de España. Y es que pocos hoteles saben combinar tan bien la sencillez y la modernidad con la sostenibilidad y la calidez, ofreciendo a sus clientes todo lujo de detalles para que su estancia sea única.
El regalo consiste en una noche para dos personas que incluye:
- Estancia en habitación doble estándar
- Desayuno buffet
- Mini bar no alcohólico
- 1 circuito de hidroterapia de 60 minutos por persona (mayores de 15 años) compuesto de:
- Piscina- jacuzzi que incluye camas de agua, chorro cervical, cascada de agua, chorros terapéuticos a distintas alturas: glúteos, gemelos, riñones, pies,….
- Pileta de agua fría de contraste
- Ducha ciclónica
- Ducha aromaterapia y cromoterapia
- Baño turco
- Ducha pulverizada
- Camas térmicas de relajación
- Zumo de frutas tras el recorrido de aguas
A los tres días se pusieron en contacto desde el hotel para felicitarme e indicarme que puedo ponerme en contacto con ellos para hacer la reserva. Ahora solo falta encontrar una fecha en la que hacer esos 500 kilómetros para disfrutar del premio.
La fecha elegida fue el fin de semana anterior a San Valentín, pero no pudo ser y elegimos el siguiente, 19 de febrero.
Pensamos salir el viernes tranquilitos y pasar la noche en el camino, tantos kilómetros del tirón no es uno de mis mejores sueños.
Un par de maletitas, una para que los niños se queden en casa de la abuela y otra para nuestro pequeño viaje.
Salimos a las 7 de la tarde, después de la clase de teatro.
Primera parada: casa de la abuela, ¡hasta el domingo!¡pasarlo bien! (no hacía falta ni decirlo, estaba allí la prima esperándoles)
Siguiente parada Salou, hotel de 4 estrellas con media pensión, llegamos puntuales para la cena. Pena que por la mañana el spa no lo habrían hasta las 10:30, otra vez será.
A las 10 con calma emprendemos el camino a Albacete, AP-7 hasta Valencia, A-7 y luego la ?-35. Dos corazones a ganchillo, una ampolla en el dedo gordo y una pulsera de lacres después llegamos a Almansa, pronto encontramos el hotel, las 13:30, ains…huele a eucalipto, le indico el localizador y pronto nos explica en qué consiste el premio y nos da las tarjetas de acceso al circuito termal que haremos esa misma tarde y un vale por un 10% de descuento para el comedor.
Subimos, el ascensor tiene capacidad para ocho, eso dice, o yo soy muy grande o no está muy bien, vale, sí yo soy un poco grande, pero con seis allí no corre el aire. Bueno, ese no era el tema, en el ascensor una pequeña pantalla nos ofrece informaciones diversas, el tiempo, algunos deliciosos platos, unos ricos postres…
Bueno, no he dicho que soy una persona fácilmente impresionable, por matizar. Llegamos a la planta 2, nos han dado la 203, es medio día, las habitaciones se sitúan a ambos lados de un pasillo con la única iluminación del número de la puerta en letras grandes en sentido vertical y al fondo una vidriera de arriba a abajo, prácticamente a oscuras, me percaté del color de la puerta cuando al hacer la foto con el flash la observé en el visor de la cámara. Aunque pudiera no parecerlo me gustó el pasillo, pero no quisiera encontrarme a ningún vecino en él.
La puerta, enorme, tiene sensor para tarjeta, al abrirla descubrimos directamente la pila del lavabo, al fondo la cama y a la derecha el espejo me hace confundir sobre la situación de la habitación, le da mucha amplitud.
Era la primera vez que me encontraba una habitación así en un hotel, creo, um… ahora que lo pienso… bueno en ese momento fue como si fuera la primera vez. Allí encontramos a un lado la bañera, y opuesto al lavabo la puerta de vidrio mate corredera de acceso al WC y al bidé. El espejo semitraslucido deja pasar la luz y divisar parte de la habitación. Sobre la encimera a un lado todo el surtido de cajitas con gel, champú, body milk, gorro, pañuelos, cepillos de dientes, peine, calzador y que sé yo… y al otro lado una montaña de toallas cuidadosamente desapiladas con la tarjeta con las instrucciones para la conservación del medio ambiente. (ya que no podemos conservar el ambiente entero, que lo intentemos con la mitad, no tiene gracia, ya, pero…no he podido evitarlo)
Al entrar en la zona de la habitación la cama está tal como salia en la foto, de dos metros, edredón, almohadas y cojines en blanco y un plaid y dos pequeños cojines en negro. La pared y la estructura que hace de mobiliario en el cabecero también es completamente blanco. Sobre el plaid negro destaca una nota cuadradita blanca donde se indica el tiempo previsto para el día siguiente. Parcialmente nuboso. A la derecha llama la atención una nota negra, algo así como “lo que rompas o desaparezca lo pagas”, con palabras más finas, pero… más vale que no se rompa nada… a la izquierda de la cama una nota con los precios, entre ellos recuerdo el cojincito negro 25€ y el plaid 120€. Hay además otra nota con las almohadas disponibles, llamar al 9 para más información, llamar al 9 también para que te retiren la bandeja, ups…tarjeta con los precios del restaurante, tarjeta con los precios del servicio de habitaciones, agua 4,25€, Cabernet Sauvignon 180,00€…IVA no incluido. Más tarjetas ahora negras…con los servicios del spa.
No tenemos terraza, deben dar al otro lado, la ventana da a la zona del castillo, desde la habitación de al lado seguro que se ve, está cubierta parcialmente de un vidrio de color rojizo que da una tonalidad espectacular al cielo, se cierra con unas correderas de madera negras, como si de un armario se tratara. A un lado una lámpara de lectura, un pequeño sillón y una mesa redonda con un libro de Castilla la Mancha.
Al otro lado el armario, en negro, dentro la caja fuerte y el minibar, sobre el minibar una nota, algo así como minibar no alcohólico gratuito. Dentro dos botellines de agua y dos zumos de naranja. Seguidamente un escritorio con silla, un pequeño blog de notas, un lápiz, dos mandos y otra nota con las instrucciones de uso del televisor, cosas de la era digital, el de TV solo sirve para encender, ¡pues como en mi casa!. La tele, plana, se encuentra sobre el escritorio. A la izquierda el armario para la ropa. Toda la zona se cubre, o no, con dos grandes paneles de madera que pueden esconder el escritorio y el armario según las necesidades.
Me gustó mucho!
El circuito…está bien si no has hecho ninguno, cuando tienes cerca un balneario, o un centro como Magma (que es mi caso) se hace pequeño.
Quisimos probar la comida y nos quedamos a cenar, nosotros somos muy campechanos y eso de que quien prueba el vino o si te sirvo el arroz o te lo dejo aquí…pues…como que no nos hace estar cómodos. De la camarera ninguna queja, pero mi AE se equivocó al pedir el arroz, para él todo es paella, y yo le dije que lo quería meloso, que no quería paella, así cuando el camarero preguntó qué tomaríamos le dijo algo así como una paella para dos de arroz con marisco pero que fuera caldoso, a lo que el borde del camarero le dijo que eso era imposible. La luna llena, vistas al castillo, un delicioso vino y el pamplinas éste me va a venir que no puede ser! Logroño…ves a corregir a tu…prima! -Perdón…(encima tiene que disculparse una)… un arroz caldoso con marisco. Por lo menos estaba bueno, el arroz digo. Más tarde el mismo camarero al de la mesa de al lado, el hombre pide agua natural, a lo que el camarero le pregunta:¿del tiempo?
No, que te vayas a cogerla caminando descalzo a la cima de la montaña, pos claro que es del tiempo!
A la mañana el buffet estupendo, mucha variedad, yo me quejo siempre de lo mismo, la falta leche desnatada o sin lactosa, los zumos que no sabes de que son si no es porque lo has leído, pero por lo demás bien. Bueno para ser más concreta yo cambiaría la ubicación de la bandeja de las mantequillas, leche condensada y demás, pues justo detrás de la tostadora se calientan y… no es lo mismo.
Cuando nos despedimos y nos hicieron la cuenta me dieron un sustillo, nos dicen que tenemos que pagar el circuito.
-¿Qué circuito?
-El que contrataron ayer.
-Tu compañera, Elena, ostrás os llamáis las dos igual, me dijo que no tenía que pagar nada.
-Perdona, es verdad, no me había fijado que pone que es un premio, solo queda pendiente la cena.
Así pagamos la cena y nos fuimos a continuar la visita al pueblo al castillo y ya de vuelta para casa. La vuelta fue eterna, se me acabó lo poco que traía para entretenerme y me lié primero con una bola de ganchillo, la deshice, luego un paño cuadrado, lo deshice, luego lacres con ganchillo, lo deshice, y finalmente hice una pulsera.
Balance, mi AE dice que tan lejos… ni que me lo regalen. Pero si me volciera a tocar volvería a ir.
Gasoil unos 90€
Peajes unos 61€
Dietas unos 160€
Más de 300€ en 48 horas, de las cuales más de 10 fueron al volante y 18 durmiendo, um…este finde toca hacer palomitas y cine en casa! o mejor…palitos de apio…que no veas como me estoy poniendo!
Muchas gracias a El viaje Infinito por este premio!
Ya estoy deseando que cumpla dos a ver si me toca algo más cerquita de casa,…una de esas casitas de madera colgada en un árbol por ejemplo…yo propongo!