Que el mundo periodístico está cambiando nos lo dicen desde que entramos en la facultad. “Ya nada es como antes” parece ser una frase de moda entre nuestros profesores, pero creo que también lo es entre nuestros padres, abuelos e incluso con los amigos, por lo que sospecho que debe ser un dicho muy usado.
El hecho de estar ahora mismo delante de mi propio portátil escribiendo esta columna sería impensable hace quince años y no digamos más atrás, en la época en que el “clinc” agudo de la máquina de escribir marcaba un cambio de línea.
Dos tendencias marcan el fin de un periodismo tradicional: la concentración de medios en una misma corporación y el ciberperiodismo. El primero es consecuencia del capitalismo y de la desregulación del mercado, mientras que la irrupción de internet y su expansión a escala mundial ha beneficiado el periodismo en la red.
Tenemos dos muestras en Le Monde y ProPublica. La redacción del periódico vespertino francés, que tiene el 22% de las acciones, perderá el control de su consejo de administración. El grupo español Prisa y el italiano L’Expresso pasarán a dominar este verano el 51% del diario, según elmundo.es. Hay que decir, además, que la situación económica de Le Monde no es precisamente holgada, ya que debe 50 millones de euros.
ProPublica es una agencia de noticias por internet que empezó a operar en enero de 2008. Desde su web anuncia que es independiente, sin ánimo de lucro y que está al servicio del público. Básicamente produce trabajos de investigación, muy a la americana. Pues bien, esta novata plataforma ya ha ganado un Pulitzer, el primero que dan a una publicación por internet. Se lo entregan por un reportaje, elaborado en colaboración con el New York Times Magazine, sobre el servicio in extremis que prestaron algunos médicos durante la tragedia del Katrina en Nueva Orleans. Su título es The deadly choices at Memorial, firmado por Sheri Fink y colgado en la página del medio. Se puede consultar de forma gratuita e íntegra.
Estos dos ejemplos marcan dos formas de entender el periodismo: como un negocio o como un servicio a la sociedad. Está claro que Le Monde es uno de los periódicos con más fundamento en la escena internacional, de hecho, es el diario francés más difundido en el extranjero según la OJD (Asociación por el Control de Difusión de Medios de Comunicación francesa), mientras que la novel agencia de noticias es poco conocida y joven para conocer su dirección, pero iniciativas como la de ProPublica ayudan a dar coherencia y estabilidad a una idea distinta del modelo actual.