—¿Estará Nicolás fuera? —se preguntaban las vecinas ante su buzón.
Nicolás leía cuando sonó el portero automático: era el cartero. Volvió al libro, leyendo: “cuando recogió la carta del buzón aquel 6 de junio, no sabía que sería la última”. Sorprendido, confirmó la fecha en su reloj: 6 de junio.
—¿Estará Nicolás fuera? —se preguntaban las vecinas ante su buzón.
—¿Estará Nicolás fuera? —se preguntaban las vecinas ante su buzón.