Existe la idea de preparar a niñas y niños para competir e incluso para pelear o aceptar ser sometidos, bajo la premisa de que así es el mundo "real".
Suponiendo que el mundo siga siendo tan violento o injusto como es o que empeore -lo cual es probable-, no tenemos por qué elegir adaptarnos a la injusticia o a la violencia. Podemos resistir. Podemos crear recursos para sostener hábitats de "otra cosa", de mundos preferibles. Podemos preparar a niñas y niños para eso.
Silvia Parque