[LEER]
En homenaje a los que ya no están y a los que estando, no están en libertad.
“Nada hay mejor que un día detrás del otro”
Algún día perderás lo que tienes. Tu poder será al fin tu propio yugo. Por querer ser del pueblo su verdugo, la iniquidad trepidará en tus sienes. No tendrás mando. No serás gobierno. No habrá guardias cuidándote la espalda. Y la horda circular que te respalda denigrará de tu motín hodierno. Un día te hallarás íngrimo y solo en el sismo de tus remordimientos; tu corazón, río de resentimientos, se pudrirá en el cieno de tu dolo. Con creces pagarás lo que le has hecho a este pueblo elevado en su conciencia, que con la paz se opone a tu violencia y con la ley defiende su derecho. Un día serás lúgubre figura en la página negra de la Historia; por cosechar desprecio en vez de gloria, ni Dios te salvará de la amargura. Y una noche del porvenir en cierne entrarás en la eterna pesadilla del que se ahoga sin tocar la orilla y al que ni el fondo de la mar retiene. Algún día, cuando llegue la hora de que le rindas cuentas a este pueblo, no tendrá saldo tu alma para el duelo por los muertos por tu mano traidora. Verás cómo se cubrirán de sombras los espacios que ocupa tu presencia, no hallarás más que sorda indiferencia en quienes hoy tus funcionarios nombras. Algún día, más temprano que tarde, ya no podrás evitar tu caída, y de nada te servirá la huida, porque no habrá poder que te resguarde. Ese día que cada día previenes será el último de tu villanía, entonces te diré en tu agonía: después de tener todo, nada tienes.
Liliana Fasciani M.