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El pararrayos en el pináculo Atrae poder por su mera presencia. Del mismo modo, debemos trabajar Por sustancia y altura. Si queremos comunión con los poderes celestiales, sólo necesitamos lograr la altura espiritual apropiada. Entonces el cielo vendrá a encontrarnos tan seguramente como un relámpago es atraído al pararrayos. El esfuerzo está sólo en el favorecer, en la purificación de nuestro carácter, en el extenderse hacia arriba. Una vez que la situación es correcta, la unión es inevitable.
Algunas personas dicen, “¿A quién le importa el cielo?” Algunos dicen, “¿Por qué esforzarse por el refinamiento?” Por su puesto, a nadie le es requerido el hacer un esfuerzo en la vida. Todos podemos ir por la vía fácil. Pero seguimos siendo pararrayos. Solo que las fuerzas que atraemos no son los poderes del cielo, sino a los poderes demoníacos, a la desgracia y a los depredadores. No, no hay ninguna verdadera razón por la que alguien deba querer purificarse por razones espirituales. El hecho es que, sin importar qué clase de persona seas, atraerás algo hacia ti. Una de las formas más importantes de controlar lo que viene hacia ti es el refinar tu sustancia.
La meditación de hoy para el hemisferio norte es la #145, VistasVíaVivirTao