Presente firme, futuro incierto.
Publicado el 18 septiembre 2010 por Anaesther
Levántate, mira, niña, el mundo es un tumulto, las gentes tiritan, el pueblo jadea, unos lloran, otros carcajean. No pretendas entenderlo, pues no existe explicación. Penurias, corrupción, mezquinos malabaristas, posibles en limitadas manos, oligarcas, encerrados en su propia construcción, estructura de oro, vigas de barro. Madres que lloran desapariciones, secuestros, hijos que jamás hallarán la llama del júbilo reflejada en sus ingenuos rostros. Niños forzados a crecer a trompicones. Inocentes ejecutados por viles falacias. Medios que crean vistosas pantallas para encubrir lóbregos bastidores. Payasos que desfilan por los escenarios cumpliendo un papel deplorable. Mayoría indiferente. Minorías activas. Atisbos de esperanza en una sociedad en construcción. Tu papel apenas comienza. Atrápalo con fuerza, te espera una hercúlea responsabilidad. A tí, joven muchacha, y a ellos, los jóvenes, el futuro está en vuestras imberbes manos, en todas y cada una de esas extremidades novatas dispuestas a cimentar grano a grano esta gran obra. Sola, tal vez no podrás, pero no has de perder esa ilusión por conseguirlo algún día, transforma tus palabras en hechos, pero que el orgullo no te llegue a corromper el alma, pues las naciones caen por la ambición del que alcanza el poder y aspira a titanizarse. No te pido que te desvivas, sino que sientas tu labor, disfrutes con ello, aunque has de estar preparada para apoyar a todo aquel que requiera de tu auxilio. No será un cómodo paseo, sino que se convertirá en la travesía de tu vida, una vereda a cada paso desconocida, intrigante y maravillosa, que has de descubrir, bien sola, bien acompañada, tendrás que saber adoptar la actitud adecuada en cada momento, superar las vicisitudes, no es tarea fácil, pero no has de desistir, la esperanza y la ilusión es lo último que has de perder. Todo es efímero, pero la actuación de todos y cada uno de esos jóvenes que abren sus ojos al mundo, quedará sellada en la historia. También puedes decantarte por adoptar instintos animales, obviar todas estas palabras y dejarte llevar por los placeres de la vida. Esa es la vía cómoda. Tú decides, si quieres ser un primate más, o realmente alguien que, sin provocar mucho estruendo, humildemente, lleve a cabo grandes empresas. Puedes escribir los versos más tristes de esta noche, o puedes disfrutar de tu cielo estrellado. Porque todo lo que necesitas es amor. Y porque no hay nadie a quien puedas salvar que no pueda ser salvado. Ana Esther.