Y no volverán las oscuras golondrinas del poeta
ni tampoco las alergias con sus incordios
ni el amor de juventud con falda y con coletas
ni el anhelo de los sordos.
Regresa la primavera con su dosis de alegría,
la que exprime la noche alargando los días,
la que quiere que siempre que sonrías,
la que no deja que muera la rutina.
Es mejor que se vaya y que muera en el verano
con un amor olvidado
en la palma de su mano.
Es mejor que al verano lo mate el mal tiempo
el otoño gris y amigo
refugio de mis desvelos.