La Primavera ya está aquí.
Ha sido como una explosión mágica de belleza genuina.
Me perdí por un camino, saboreando la vida una vez más, en esta bonita mañana de Domingo.
Mi corazón alegre, la mirada atenta, el alma serena.
Sin prisa alguna, fui rescatando el encanto de las pequeña flores que acababan de nacer, con mi cámara.
La gente al pasar, me observaba curiosa. Yo, les saludaba alegremente.
Algún perro se acercó a mi buscando una caricia. Ejerzo un poder de seducción en ellos, que hace se acerquen buscando mi mano, mi mirada y mi cariño.
¡Anda, que no son listos ni ná...!
Al mismo tiempo, emprendo una conversación con sus dueños, y de esa manera mi dosis de conversación está asegurada.
Me encanta hablar, pero al vivir sola, no tengo esa opción de hacerme entender por alguien.
Estos momentos me sirven para ir creando lazos afectivos con mis vecinos.
Una mujer viuda, haciendo de cuidadora del perro que tiene su hijo, me cuenta la pena que le embarga con la muerte inesperada de su marido.
Un hombre joven, pasea con sus dos críos por el campo. Niño y niña.
La niña, pizpireta, quería quitarse el abrigo para lucir su bonito vestido.
Eso me lo cuenta su papá divertido, pues le ha llamado la atención el verme detrás de un árbol florido intentando captar una instantánea.
Yo he aprovechado de nuevo para tener otro trocito de mi cuota de hablar antes de llegar a casa.
Y es qué todos en mayor o menor medida necesitamos comunicarnos.
Hablar de nuestras pequeñas batallas.
Mi pensamiento en esta bucólica mañana, en esta zona tan bonita y llena de paz, se va a la gente que está sufriendo esa cruenta guerra que no tiene visos de acabar.
Hay demasiados intereses creados, sin importar las vidas humanas y el sufrimiento que comporta.
Tengo la suerte de estar al otro lado sin haber hecho mérito alguno.
La vida misma y sus circunstancias.
Después del maravilloso paseo, por la tarde estuve viendo cine.
¡Me encanta el cine!
¡Y la historia!
Los documentales de historia de la 2.
Y envié una foto al tiempo, aunque no creo que la pongan, pero bueno, la intención...
Me gusta enviar aquello que mis ojos ven, de la belleza que me rodea y ver el nombre del pueblo en la tele.
Me han publicado varias de Guardo y alguna de Zizur.
Día intenso.
Porque la vida se escapa y hay que saborearla.
P.D. Las musas me han abandonado. Estoy en dique seco.
Por eso estoy recopilando alguno de mis pequeños relatos de Instagram y los copio aquí.
Este le escribí al principio de la Primavera.
Estoy perezosa para visitaros en vuestros blogs.
Ya lo siento...
Espero pasarme pronto por vuestra casa.