Primavera y cerezos bañados de Mar

Todo pasa, y pese a todo tiempo y espacio seguimos caminando ambos por sendas tan distantes  como con  la mentira a cuestas de nuestras falsas promesas, aquellas que colgadas en el cuello de tu camisa y en la sonrisa que prendí en tus pupilas una noche de otoño, nos persiguieron entre el polvo de los años que se incrustó en nuestra piel como una esquirla que llevaba por  nombre, recuerdo. Quisimos olvidar y en vano la memoria, va,  y nos ganó el pulso. Hoy amanezco en aquel día que le puse un punto y final a mi vida.Fue una noche de fiesta, después de unos exámenes de fin de curso, pudo haber sido en invierno, o en uno de esos otoños en los que las hojas muertas tapizan el olvido hasta hacerlo crujir.  Olías a pan blanco, y en mi pecho lucía un broche de cactus y vestida de negro, colgaba la cola de mis múltiples sombras.Vivimos demasiados viajes al pasado, y lloré… sí lloré, y también te vi llorar. Nunca cargaste con mis maletas, ni yo con las tuyas, nunca nos matamos juntos, entonces ¿no fue ni amor?… No juntamos nada, nunca vivimos un fin de mes, ni siquiera un domingo por la tarde, no hubo comida familiar, no hubo nudos qué desatar.
Todo aquello suspendía de una tenue tela de araña, en un desván donde las vigas estaban pendientes  de una  carcoma de noches y vidas sin luz.Tras las cortinas, circulaban nuestros dos locos, el tuyo al galope, la mía toreando tempestades. Soy un ser del montón, tan normal que te asustaría esa mi vulgaridad de compararme con una ser humana de esas que caminan como transeúntes en tranvías sin rumbo. Estoy loca y no sabrás nunca hasta qué punto mi locura roza la virginidad, mi descontada cordura en la que la loca que me anida, transita por el metro a diario. Pero eso no está en ningún Facebook ni en un me gusta, ni en ningún clic, y tal vez es por lo que no entenderías las locuras que aún cometo y cometes para permanecer a mi lado aún distantes.Cuando desapareces por mis celos, o yo por los tuyos, y vuelves con esa ternura que sólo somos capaces de atar con besos ignotos, bajamos a la playa, y  te beso los párpados, y de nuevo regresas a mi cuerpo y a mis lunares, a mi soledad perdida en ese tu bosque de nadie, donde penetro entre el ramaje de tus raíces desperdigadas bajo la ansiedad de esas ramas que te/ y nos cobijan. Exigiéndonos calma, los arrebatos regresan a su primigenia locura. No hubiéramos sabido darnos de otra manera. Somos de los del todo o nada. Como plantas inertes, los nervios de las hojas, van cerrando puertas, deshaciendo nudos, e inmóviles vibramos ante cada estímulo nervioso, como cuando rozas mis pezones con tu lengua abandonada en la saliva de los rencores.Hiéreme hoy aún si quieres,  pero hazlo bajo la sensibilidad y la ternura de aquellos besos que cobijaron nuestra inocencia, y a oscuras, para poder seguir protegiéndonos de la luz, tras las palabras que imponen el recato de las sombras, tras las cortinas, o bajo la soledad de nuestros huesos.Otro día nace, y con él, cambiamos los armarios, llegó la primavera, y la ropa de invierno de nuevo alcanza el altillo de la estantería. Hasta un nuevo otoño, que si bien me mece, siempre temí, y temimos, y seguiremos temiendo ante el peso baldío de nuevas estaciones por llegar.Sin necesidad de matarnos… Sólo cobijados en ese desván, arrebujados en el secreto, cómplices, piernas y abrazos entrelazados, lunares que ya ni se cuentan, párpados que saben de la ternura de un abrazo sin necesidad de un porqué, y fundidos, porque como tú y yo, sólo había un nosotros, escondido hasta de nosotros mismos.                https://www.youtube.com/watch?v=wtpIKU2IAyk
y...
porque sabemos que las cosas duran lo que duran...de no cuidar los frutos caídos del árbol
;-)
Mejor echarse a la mala vida, mientras tanto...:)
                  https://www.youtube.com/watch?v=kcLpqt1UIfM