13 de Noviembre del 2.012, una fecha que jamás olvidaré. Jamás de los jamases. Ese fue el día en que nos dejaste, y, aunque parezca mentira, ya hace un mes de aquello. La imagen de mis padres y mi prima entrando en casa, la voz de mi madre al teléfono... Sólo hizo falta que dijeran las palabras abuelo, y médico. Ya eché a llorar. No podía dar crédito. Tú, querido abuelitito, nos habías dejado. Ya nunca más volverías, y el pensar que no volveré a abrazarte, a ver tu sonrisa, que no volverás a reñirme, ni a decirme esas cosas que siempre me decías me hiere. Siempre fui tu "pescaíto", y nunca dejaré de serlo. Puede que parezca una tontería, pero cada vez que veo una foto tuya, susurro un "te quiero", un "te quiero" que me hace bien pensar que escuchas. Ya se que no. También se que no te llegará esto, pero aún así lo escribo, me siento bien haciéndolo, de alguna forma me acerca a ti.
Abuelo, ya huele a Navidad, ya están las calles de la ciudad adornadas con sus luces y demás adornos, y no estás aquí con nosotros. No se cómo afrontar esta Navidad sin ti, nuestra primera Navidad sin ti. Siempre supe que algún día llegaría el momento, pero prefería no pensar en ello. ¿Recuerdas, abuelo, cuando de pequeña al subir las escaleras de tu casa por ésta época del año os decía a la abuela y a ti que olía a Navidad? Qué cosas las mías... También pensaba que la "magia" de la Navidad salía por el respiradero que había en la escalera. Cada año lo decía, y no he de cambiar de opinión ahora. Todas las navidades nos llevabais a mi hermana y a mí a ver belenes por el centro. Me encantaba, merecía la pena esperar aquellas interminables colas. Siempre te hizo ilusión la cabalgata de Reyes del día 5, cada año nos recogíais en casa tú y la abuela para llevarnos a mi hermana, a mamá y a mí, ¿lo recuerdas? Parecías un niño pequeño cogiendo caramelos conmigo y mi hermana. Qué recuerdos... ¿Sabes? Apareces en cada buen recuerdo bueno que tengo de mi infancia, será porque siempre estábamos juntos. Te echo tantísimo de menos... Espero, algún día, reencontrarme contigo y poder darte el abrazo que tantas ganas tengo de darte.
Ahora no se si podré evitar las lágrimas estas fiestas, y sólo espero que no pongan tu villancico favorito, en ese caso no podré evitar llorar como lo hago ahora mientras escribo esto. Espero que estés bien allá donde quiera que estés, nosotros estamos todo lo bien que podemos estar. Te quiero.