Princesas, caballeros y dragones

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Como te decía, ayer fue el Día de los Enamorados en Catalunya y, como no podía ser de otra manera, mi magnífica ciudad Barcelona se engalonó con miles de rosas de mútiples colores y de paradas con libros de todo tipo. A decir verdad, este año me pareció ver pocas caras sonrientes y menos aún enamorados, paseando por las calles. Supongo que el amor es algo sutil y profundo que no siempre se expresa por fuera. O quizás la situación actual ha propiciado el que se convierta en una festividad casi exclusivamente comercial, en la que se venden millones de rosas y miles de libros. En un día como hoy se dice que se vende casi un 40% de los libros de todo un año! Curioso dato, teniendo en cuenta que España es un país en el que pocos leemos…

También debería avisarte que, aunque me encantan las flores de todo tipo, raramente me gusta regalar rosas a las personas que quiero, aunque reconozco que no hay mujer a la que no le guste recibirlas! Tal vez son manías mías -y no solo por la edad, pues pienso así desde siempre- pero me gusta regalar vida… y no unas rosas que han sido cortadas para servir como regalo! Prefiero regalar una maceta con rosas vivas que perduren en el tiempo, más alla de lo escasos días que duran las rosas regaladas en un día como hoy! Y es que el amor, cuando es de verdad, nunca marchita como una flor cortada, sino que perdura en el tiempo, siempre y cuando lo reguemos lo necesario y lo cuidemos a diario…

Así es que, un año más, ayer celebramos la festividad de Sant Jordi, un día especial para los que nos sentimos permanentemente enamorados… de la vida, del amor y, por tanto, de todo lo que nos rodea! Pues el amor no puede ser algo tan efímero como una rosa cortada, ni algo que sea exclusivo hacia alguien amado ni depender de un príncipe enamorado, sino que se expande hacia todo lo que nos rodea! Eso es para mí el amor… aunque también es verdad que no todos tienen el privilegio de sentirlo y soñarlo así, ni la valentía de convertirlo en nuestra realidad, cada día! Para nosotros, el amor es algo que ilumina nuestras vidas cotidianamente, siempre y cuando seamos capaces de diluír con él nuestros miedos -el temido dragón- y nos atrevamos a compartirlo, sin tener en cuenta las artimañas -espinas- que hemos fabricado para protegernos y darnos por entero!

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