- Creer que estás escribiendo para la posteridad. - No leer demasiada teoría literaria. - Olvidarte de que existen las páginas en blanco. - Despreciar la trama y los personajes por innecesarios y absurdos. - Pasar un poco de frío para que las neuronas se activen.- No perder el tiempo en las redes sociales donde no hay más que trolls.
- No estar enganchado a la pornografía. - Tener una buena hipoteca abierta y no saber cómo pagarla.
(Continuará)