A la memoria vienen los años
de camisas de cuadrosy aquellos magnos anteojos
que daban proporciones;de lo que serían mis sueños terrenales.
Fui acorralado en una emboscada de truhaneshablaron con las palabras de la ignominiahicieron la fiesta de Sodoma y Gomorrainvitaron al Diablo que ofrecía la añagaza sonrisa.
Y allí:Entre contradicciones y hechos inexactos,celebraron el inejecutable fallo.
Vi a mi padre domar el llanto con la dignidad,y a mi madre en una lágrima hecha bondad.
En un discurso que acurruca al miedo,
enfrente sin preeminencia a mis acusadores que,hacen antónimo de democrático a inocente.
los que acortarían mi aire…Pero detrás de mis hombros;
“Martí” libertario.
la distancia con mis hijos,ni bandera que abrigue
los cuerpos de los mártires.
No habrá venganza… ¡pero si justicia!