Existen relaciones extrañas. Muy extrañas. Hay quienes nacen y buscan por todos los medios formar parte de algo,… de alguien, de un grupo o de una comunidad. O simplemente existen personas que han nacido por y para sí mismos, buscando en los demás, un beneficio propio. Están aquellos que buscan “su media naranja”. Los hay también que creen que la amistad lo es todo en el mundo. Yo era de éstas. Después están aquellas personas que a pesar de vivir la vida en “el aquí y ahora”, usan o desusan a las personas que se les van cruzando por el camino, cuyo único interés o beneficio es acumular eventos y el máximo número posible de personas con las que vivirlos, sin importar lo que verdaderamente importa de las personas, que es lo que unos y otros aportamos de forma recíproca. Y también están aquellos que notan y/o critican estas cosas y aun así sin coherencia ninguna comparten con personas que "no les aportan absolutamente nada”. Y yo me pregunto: ¿qué hace que yo haya creído durante toda mi vida que la amistad si se bautiza con tal nombre es porque es real?, ¿qué motivos llevan a la gente a “compartir” con personas que no tienen nada que ver con ellas? Me resulta más que curioso el tipo de relaciones que podemos crear a lo largo de nuestra vida, algunas sorpresas tan gratas que nos da la vida, como conocer a alguien que realmente te ama, te quiere y te respeta, así como darte cuenta de que existen personas para las que te creías importante y resulta que no es así. Lo que está claro es que a medida que “crecemos”, nos damos cuenta de lo que somos, no sólo de lo que son los demás, que también, sino lo que somos y cómo nos comportamos intentando controlar mil cosas que no están en nuestras manos. Me siento afortunada por despertar en algunas ocasiones, aunque sea a toquecitos pero sobre todas las cosas, me siento afortunada porque primen las buenas relaciones y las gratas sorpresas que nos dan algunas personas de aparecerse en tu vida a darle alegría, sinceridad y realismo a estas palabras que tanto me gustaron. J¿Aun así, sigo con la curiosidad? Sí. Me resulta profundamente curiosa ese tipo de relación. Las buenas, las malas, las hipócritas, las interesadas, las reales, las falsas, todas,.. me resultan profundamente curiosas, me intriga conocer a gente que mantiene relaciones de todos estos tipos, y otros tantos que no conozco aún. Si es que,… siempre fui: profundamente curiosa.
PD: GRACIAS, por cierto, A TI POR UNA RELACIÓN REAL: por la amistad, el cariño, el amor, por todo.
Prefiero que mi mente se abra movida por la curiosidad a que se cierre movida por la convicción.Gerry Spence