Revista Diario

Prohibiciones playeras

Publicado el 17 agosto 2010 por Bloggermam
Prohibiciones playeras
La convivencia es una tarea complicada. Hace miles de años al estar en cuevas que nos separaban los unos de los otros, todo era más fácil. Podías hacer las barrabasadas que quisieras y al vecino no le molestaba. Bueno, en realidad el vecino no se enteraba de si habías defecado en mitad de tu cueva, de si te habías pasado toda la noche montando un mural de mamuts con las últimas pinturas decorativos de Litus Merlin o inventando el after punk con los restos mortales de un vendedor de hachas de piedra.
Al tiempo que el espesor de las paredes disminuía  y la cercanía con los vecinos aumentaba, el tema de la convivencia se fue complicando. Los espesores de piedra, se cambiaron por piedras gruesas, después adobes, ladrillos y finalmente cartón, digooo pladul de primera calidad (aunque no lo quieran ni los homeless de Chicago en pleno invierno).
Pero todas las dificultades de la convivencia se ponen de manifiesto cuando desaparecen todas las barreras que ponemos para defendernos del prójimo: en la playa.
Cada vez hay más y más prohibiciones cuando se trata de pasar un rato en la playa en la compañía de otros seres ¿humanos?
  • No se pueden meter envases de cristal en las playas de la Comunidad Valenciana, salvo si lo has comprado en el chiringito. Es evidente que si te cortas con un cristal comprado en un chiringuito la herida sangra menos y escuece la mitad.
  • En Girona no se puede fumar en la playa. Fumar en la playa no debería estar prohibido, lo que habría que haces es concienciar a los fumadores sobre las ventajas de meterse la colilla encendida por el culo, en lugar de enterrarlas en la arena. Sería ineresante saber lo que tienen debajo del sofá los que hacen esto.
  • En Tossa de Mar no se puede practicar sexo en la playa. Lo que no especifican es si es sólo por la noche o también por el día. A mi lo que me incomoda de que la gente se desfogue sexualmente en la playa es que en el fragor de la batalla te lanzan arena sin parar y al final el menú del día es bocata de arena, tortilla de arena, y unos pimientos rellenos de arena...incluso puede que alguno se queje de que la sangría sabe a preservativo. Pero es que los hay muy exagerados.
  • En Valencia no se puede meter la sombrilla a menos de 6 metros de la orilla de mar. Pero en esta norma no especifican si es con la marea alta o con la marea baja. Seguro que la gente aprovecha la bajamar para poner las sombrillas. Habría que comprobar si hay una norma que obligue a clavar la sombrilla bien en tres intentos, y tener en cuenta si la sombrilla se puede arrastrar según vaya subiendo la marea, de lo contrario podrías morir ahogado por no poder abandonar la posición como en el desembarco de Normandia.
  • En Tenerife no se pueden hacer castillos de arena en la playa. Todavía no estoy seguro de si esta norma esta promovida por la ley de costas, o es para evitar que aprovechando la situación se llene de okupas...y a esos sí que les da igual la distancia de las sombrillas al mar, el nudismo y el tamaño de los huevos, que son enormes porque de ahí se cuelgan todas las prohibiciones.
  • Tampoco se puede tomar alcohol en la playa, aunque dónde debería estar prohibido el alcohol es dónde se toman tantas decisiones prohibitivas.
  • No se puede guardar sitio en la playa, para evitar que el abuelo insomne reserve más metros de primera línea para todo el bloque de apartamentos. Esto tiene dos inconvenientes. El primero que si llegas 11 segundos después de que haya amenecido tendrás que poner tu toalla en segunda fila. El segundo es que después de 4 horas de tranquilidad pasará por encima de ti cual estampida de elefantes los ocupantes de la primera fila de playa equipadas con sandías que podrían funcionar como collar de perlas de la estatuda de la libertad.
  • En Cádiz quieren prohibir el nudismo. Mal asunto, después prohibirán las sombrillas de publicidad no autorizada, después las toallas de colores estridentes, después los bañadores del Carrefour y finalmente todo aquella que no se venda en el Corte Inglés.
  • En las playas coruñesas se sanciona al que no haga caso a las banderas. De modo que si te bañas con bandera roja, o tu bandera es roja, amarilla y morada te cascan una multa. Yo como no soy mucho de seguir banderas me parece bien que la gente se bañe con bandera roja, pero que no esperen que la Cruz Roja se juegue el pellejo para rescatar el cadáver, mejor esperamos a que las olas lo traigan a la playa, que los peces también tienen derecho a comer tontos del culo.
  • En las playas de Almuñécar la siesta es sagrada, salvo para los ateos y los que tengan un radio casette capaz de hacer temblar los empastes de un sordo a ritmo de reaggeton.

A nivel nacional llevar perros, hacer hogueras, montar tiendas de campaña, molestar, defecar y eructar en inglés también está prohibido y si no lo está, lo estará.
Tanta prohibición, tanta regulación y tanto remilgo sólo pueden ser consecuencia de la falta de civismo de la gente y eso no se soluciona prohibiendo, si no educando; porque si seguimos por ese camino lo que se terminará por prohibir en la playa serán las personas.
Hasta que se llegue a tal extremo, podemos divertirnos un poco más y sugerir nuevas normas que permitan a los municipios recaudar más dinero que puedan mal gastar en hacer carteles con más prohibiciones:
  • Poner un aforo limitado en las playa, con un señor que venda las entradas. ¿Desea localidad con italiano pesado o con abuela sorda?
  • A lo mejor hay que acotar zonas en la playa como las plantas del corte inglés, para que cada uno esté con gente de su agrado...así si no quiere no tendrás por qué soportar a alguno que sólo le falta el cartel de "si llego a estar más buena tendría que cobrarte por escupirte a la cara". Sería interesante ver como reaccionan los de la música a tope cuando los repetitivos bumba-bumba-bumba de él de al lado interfieran con sus repetitivos chinda-chin-chinda-chán
  • Sería interesante que una vez que se limpia la playa la basura no se lleve al vertedero y se deje en alguna zona específica en la que se obligue a poner la toalla a los que dejan la playa como un estercolero. Perdón el estiércol es materia orgánica, bueno como se diga lo que debería ir al contenedor amarillo.
  • También se podría clasificar la gente según su volumen de voz. Antes de entrar en la arena se les da un móvil estropeado y se les invita a llamara a alguien, si el llamado responde con un grito sobre humano está claro que la playa que les corresponde es la del Sahara, kilómetro 400 tierra adentro.

Por favor, que la gente aplique el sentido común o terminaremos prohibiendo la rueda para evitar que haya accidentes de tráfico.
keagustitomekedao

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