Cayo le prometió que recorrerían el mundo en un velero que él mismo armaría…
Una mañana de primavera el Helena zarpó. Calma chicha. Suave viento de popa. Jornadas que no hacían presagiar que, súbitamente, el cielo enlutara voceando truenos sin clemencia. El viento bramó furioso alimentando una voraz tormenta. Plegaron velas. El agua anegó la cubierta quebrando el mástil. Un desafortunado bandazo a babor precipitó el barco de proa, sumergiéndolo en un furioso océano…
Jamás han abandonado su memoria, pero la culpa, la pena y la imagen de Helena, engullida por lenguas de espuma, le asfixian con más saña, los días de tormenta.
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Mes de marzo ENTC. Tema: Bajo la tormenta
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