Promesas de fin de año

Publicado el 30 diciembre 2010 por Nmartincantero

Suelen ser ambiciosas. Estudiar el I Ching, cocinar sushi, meditar a diario, aprender alemán. Muchos tenemos la manía de lanzar las promesas a los cuatro vientos, como si hablar de ellas fuera a hacerlas más factibles. Esto es lo que, al menos hasta ahora, aconsejaban los libros de autoayuda: si no alcanzas esa meta, sentirás que estás defraudando a aquellos que están al tanto sobre ella.

¿Funciona? Para nada, sostiene Derek Sivers. Este músico asegura que hay que mantener los propósitos en secreto, porque si los compartes experimentas una sensación inmediata de satisfacción que hace que se pierda interés en el objetivo final. Según Sivers, la mente es tan poderosa que es capaz de asumir como reales cosas que no lo son si la sugestión, la publicidad o nosotros mismos nos convencemos de algo.

Puede que Sivers tenga razón, pero sería una pena. Es bonito compartir deseos, porque a menudo con ellos sale a la superficie lo mejor de nosotros.

¿Estás de acuerdo? En ese caso, ¿cuál es tu propósito para el año próximo?

Visto en Quolive.

¡Feliz 2011! Que sea un año luminoso, por dentro y por fuera. Que se cumplan nuestras metas... las importantes al menos.