Familia; amigos queridos; amigos de amigos; los que están aunque estén lejos; los que están aunque ya no estén.
Comida (sigue siendo mucha), conversaciones, diversión, fotos para recordar.
Lo malo y lo bueno del año que termina; propósitos para el año que comienza...
Los más pequeños ceden al cansancio, los más jóvenes parten y los mayores nos encontramos en la charla íntima.
La actualidad económica se convierte en protagonista: la "crisis económica".
Viene al recuerdo la frase pronunciada y repetida por quienes abandonaron el Sur en busca de una realidad más amable; quienes manejan otro significado y se preguntan hoy: "¿Qué crisis?"
Con vehemencia, cada uno expone sus convicciones.
"-¡El consumo es la única salida posible para sostener el sistema!"
"-¡Resistirse al consumo indiscriminado y realizar un consumo responsable es la solución!"
Resulta difícil argumentar y coincidir.
Faltan fundamentos; falta información y difusión de las alternativas. Sobra desesperanza.
Mientras tanto las medidas político-financieras del Norte profundizan el hambre y las injusticias de los países más pobres.
Hay que hacer más; o hacerlo mejor...
Llega la despedida; abrazos, agradecimientos, deseos compartidos. Y acordamos:
"- El próximo año tenemos que hacer menos comida"
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¡Muchísimas gracias por acompañarme durante este tiempo!
Deseo que podamos hacer del 2012 un año más justo para la mayoría de las personas y que seamos cada vez más quienes nos involucremos en el reto.
¡FELICIDADES!