LA HISTORIA VIRAL DE UNA MADRE CANSADA DE LOS EXTRAÑOS QUE OBLIGAN A SU HIJA A SONREÍRLES.
Te invito a compartir este relato esencial sobre cómo y cuándo enseñamos a las niñas y niños a respetar su cuerpo y su espacio personal:‘¿Es tímida?’
“No particularmente. Simplemente no tiene ganas de hablar” reiteré.
Empecé a contarle nuestros planes para la noche con mis hijos. A propósito lo saqué del tema.‘Deberías enseñarle algunos modales. ¡Al menos debería ser educada!’ -dijo.Lo miré. Lo miré y recordé todas las veces que la gente había ignorado mi incomodidad. Abuelos que exigieron abrazos. Tías persiguiéndome para ‘robarme un beso’. Me hicieron cosquillas hasta que no pude respirar y fue muy lejos de la diversión. Amigos de la familia que exigían que les hable o sonría. Extraños que exigieron monerías…
Recordé las veces que me llamaron maleducada porque no tenía ganas de hablar. Recordé todas las veces que me vi obligada a poner la comodidad de otras personas por encima de la mía.Recordé la vez que un hombre en un club me llamó frígida porque lo aparté cuando quiso bailar frotándose sobre mi cuerpo. Una “amiga” riéndose y diciéndome que estaba bien. Que me relaje y baile con él. Sólo se estaba divirtiendo inofensivamente … Y el hombre era amigo de su novio ¿Quería arruinar su noche siendo maleducada?
‘Ella no ha sido descortés. ¡Ella no tiene porqué hablar! “, le dije al señor.Luego me volví hacia mi hija y le hablé claramente para que ella pudiera escucharme y para que él también escuchara…
‘Hija, NO tienes que hablar con esta persona si no quieres.
La gente NOpuede hacerte sentir mal.¡Puedes decirle que se detenga, y si no escucha, entonces es él el que se equivoca y debes asegurarte de que él lo sepa!
Si la gente no te escucha, puedes gritar: “¡Basta, ahora mismo! Déjame en paz y sigues gritando hasta que te escuchen.
El hombre farfulló y murmuró algo parecido a “otra loca suelta” o algo así. Y luego se cambió de lugar. Me negué a prestarle más atención… Y con calma, continué nuestro viaje en paz.Cuando pasamos junto a él para bajar del autobús, dijo en voz alta “¡Ya se a quién salió!”…lo miré a los ojos y respondí: ‘Yo también’.En este caso, la no interacción de mi hija fue con el señor agresivo del autobús. Otra vez puede ser un pariente que no respeta sus límites. O un amigo de la familia que la invitó a hacer algo que sabe que está mal … Un día puede ser un hombre que no escucha cuando dice que NO.
Quiero que sepa que tiene una opción. Ella nunca tiene que quedarse callada para beneficio de otra persona.Ella es poderosa y puede decir BASTA. Quiero que sepa que Parar significa PARAR … Y no significa NO …Y si alguien se ofende por sus límites,ese esSUproblema.¡Hasta pronto, cómplice! Recuerda:"PROTEGE A TUS HIJOS, ... A LOS NIÑOS... A CUALQUIER NIÑO...A TODOS LOS NIÑOS"
* Fuentes:
La historia viral de una madre cansada de los extraños que obligan a su hija a sonreírles. Protejamos a nuestros hijos 2 LA HISTORIA VIRAL DE UNA MADRE CANSADA DE LOS EXTRAÑOS QUE OBLIGAN A SU HIJA A SONREÍRLES. PROTEJAMOS A NUESTROS HIJOS
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