Me tomé el día libre, bueno tomármelo suena como si me hubiera levantado en la mañana y decidiera que hoy sería un día libre. Algo que deberé hacer pronto.
Regreso a trabajar mañana, el miércoles es el nuevo lunes. Fin de semana largo e intenso, al final tuve razón, sabía que me arreglaría.
Herbie Hancock
El día de la superluna, el peor nombre que se le pudo ocurrir a alguien. Como varios, tampoco vi la luna tan grande y tan brillante, aunque la luna siempre es bonita.
Salí de Gandhi Juárez y al voltear a la derecha, sobre Madero, ahí estaba, y varios de nosotros pasmados mirándola. No es necesaria una superluna y pensé, “al final siempre tendremos la luna, aunque la compren, aunque la llenemos de basura espacial o hasta si vivimos en ella, siempre la tendremos.”
El concierto fue en Bellas Rojas Artes, que les quedó muy feo, el arte de echar a perder el patrimonio.
Admiro a los artistas y siempre he querido ser como ellos. Lo sublime, lo bueno, presenciar a Dios mismo en las acciones humanas. La belleza. Los admiro porque quiero llegar a esos lugares, así de bueno quiero ser.
Hamburguesas
Fui invitado a comer hamburguesas el domingo por un nuevo amigo, y lo que parecía ser el pretexto perfecto para escaparme del domingo, resultó ser uno de esos eventos que cambiarán mi vida. No porque haya pasado algo espectacular, sino por todo lo que se acomodó dentro de mí.
Por primera vez entendí que no es tan malo ser dejado, o en inglés que suena mejor: it’s not that bad being the one left behind.
En un día, que digo un día, en cuatro horas resolví cuatro años de conflictos en mi vida.
Tuve una visión, me imagine a los 36 años en una reunión de amigos en la que todas mi exnovias estuvieran ahí, y que además se estuvieran llevando bien. Entendí entonces que el problema soy yo, que si ellas podían hacer eso, lo hacían sin mí y que todo este desmadre que viví por años fue exclusivamente mío; por querer quedar bien con todos, por querer hacer lo adecuado, por querer hacer lo correcto, por querer quedar como una persona sensata. Cuando la verdad, si por mi fuera, mandaría incendiar el mundo entero. Llega el momento en la vida de un hombre en el que todo vale madres. Y así es, me vale madres lo que pueda pasar después.
Aprendí que es posible cerrar y liberar culpas en un mismo momento.
Muchos de los problemas que he tenido con las exnovias es que terminamos perteneciendo al mismo círculo de amigos, en el que todos se conocen entre sí y las nuevas adiciones al grupo en lugar de extender los lazos hacia otras personas lo circunscriben más al mismo círculo, como la fuerza de gravedad.
Descubrí que no tenemos círculos de amistades, tenemos espirales, así como el eterno retorno. La amistad es una espiral, por eso nos encontramos tan cerca y tan lejos, por eso nos encontramos, nos perdemos y nos reencontramos y por eso nuestras historias se parecen tanto. Son, en realidad, una misma hebra de todo.
21 de marzo
Por la tarde tuve reunión con la Dra. al fin, todo esto de la revista tuvo sentido, encontramos el corazón y el núcleo de todo este trabajo. La burocracia suele cegar y hacer perder el camino, pero si se conoce el espíritu de lo que se está haciendo todo cobra sentido; no hay que olvidar el corazón del camino que hemos elegido.
22 de marzo
Me he arreglado, después de sentir una furia incontenible, expresada con cervezas y noches fuera, y contenida por mis amigos, logré liberarme. Así que me di lo único que me hacía falta, un día completamente para mí.
Me caigo bien, a veces creo que soy un poco aburrido, pero en general soy un buen tipo.