Puertas

Publicado el 08 octubre 2014 por Mimibge @mimibge

De niños nos decían que no abriéramos la puerta a nadie, y aún así, en numerosas ocasiones la abríamos, temerosos o entusiasmados, sin tan siquiera mirar o preguntar quién es. Pero cuando se trata de la puerta de nuestro corazón, no es tan fácil abrir. Hay quién, tras una mala experiencia, decide tapiar su puerta sin esperar que algún día alguien derribe ese muro. Otros que la cierran a cal y canto, contra todo aquél que quiera echarla abajo. Y hay personas que, siguen abriendo sin mirar, olvidando cerrar la puerta al pasar.