Mis puertas esperan, lentamente, caer en el sopor del veranoy oyen las risas de los días gastados, los olores jóvenes y sienten la elasticidad
de aquella piel hoy tejida.
Hay puertas guardianas que no permiten liberar errores viejos, puertas obtusas, puertas testarudas
que atesoran tras de si emociones ausentes.