Todavía recuerdo, allá por esos años cuando cursaba la secundaria, la popularidad de Ricardo Arjona estaba por las nubes, con oleadas de estudiantes que coreaban sus canciones. Recuerdo haber leído alguna vez en el anuario del colegio, en la casilla correspondiente de una chica muy mona, su rendida admiración por el cantante guatemalteco, más o menos con las siguientes palabras: “Me encanta la música de Ricardo Arjona, sobre todo por la forma como escribe sus letras”. No creo que haga falta más explicación, pero al menos, a la muchacha podría perdonársele la excusa de la edad, la ingenuidad, la enormidad de un mundo que conocer. Los chavales de hoy son peores, ni siquiera se detienen a analizar la lírica de las canciones, con tal de que suenen pegadizas y su artista sea guapo(a), es más que suficiente.Confieso que yo no era ajeno a esa ingenuidad, ciertamente simpatizaba con algunas canciones como “Jesús Verbo no Sustantivo” y coreaba entusiasta los primeros discos de Maná, incluso tonteaba con las baladas pegajosas del joven Alejandro Sanz. Mi filosofía del autoengaño funcionaba bien, hasta que alguien mayor me regaló un casete de un señor desconocido para mí, un tal Joaquín Sabina; nada más oírlo, el camino se me clarificó con la fuerza de una montaña rusa. No señor, el gusto por lo selecto no me nació, lo he ido cultivando con el paso de los años, con la llegada de internet y su brazo operador, el formato mp3. Definitivamente hay artistas para todos los gustos, por higiene mental quería evitar al “artista” Arjona, pero era imposible no escucharlo en la radio, en los autobuses y en todo sitio público que uno se detenía. A Sabina no lo escuchaba nadie, salvo en los círculos bohemios, pero yo no podía frecuentarlos por la edad. Por entonces apenas me interesaba la poesía, salvo para plagiar algunos versos de Bécquer y enviarlos secretamente a la piba que me gustaba, incluso hice mis primeros pinos en ese difícil arte, ahora que lo recuerdo se parecían bastante a esos versos de Arjona que muestro líneas abajo. Dejé de mortificarme con su poesía, incluso lo tomaba por el lado gracioso, gozando con sus versos sueltos como el metafísico “charlo de política con tu cepillo de dientes”, “si los yankees colonizaran la luna, habrían más astronautas que arenas en el mar” o sus sesudas rimas como “haz hecho el amor más veces que tu abuela y aún no terminas ni la escuela” o “no es casualidad que humano rime con tirano”, por poner algunos ejemplos. Al tiempo de mi ingreso a la universidad, empecé a descubrir a muchos poetas latinoamericanos y justamente en esa época, Arjona emprendía una gira por Sudamérica y llegó promocionado como “el poeta de América”, al menos en su paso por Bolivia. De la indiferencia olímpica pasé a la náusea por todo lo arjoniano, e imaginé que su compatriota Miguel Ángel Asturias se estaría revolcando en la tumba. ¿Quién le dió el derecho para erigirse en estandarte de la poesía americana?, algunos admiradores suyos dirán que él nunca lo dijo, pero tampoco lo desmintió y de seguro, en la intimidad estaba satisfecho con el título. Es tanta la admiración por este personaje, que a su lado, gente como Jaime Sabines, César Vallejo, Vicente Huidobro, Alfonsina Storni, Alejandra Pizarnik o mi compatriota Oscar Cerruto, son simples monigotes sobre el papel. Menos mal que el poeta de los taxistas (con disculpas para ellos), no pegó mucho en España, como luego pude comprobar. De lo que se han librado los chavales peninsulares. Al contrario, aquí en Latinoamérica el tío se ha forrado con la candidez de millones de jóvenes prendados de su “aire alternativo y cotidianidad”. La gente tiene derecho a engañarse a sí misma, es algo que no se puede evitar, pero no podemos quedarnos quietos e impasibles ante la impostura.“Durante cinco años, Ricardo Arjona optó por abandonar la música y dedicarse por entero a la enseñanza, dando clases a niños de escasos recursos de los que él también aprendía de la vida y de la supervivencia. Al mismo tiempo estudiaba Ciencias de la Comunicación, en la especialidad de Publicidad. Gran aficionado, también, al deporte, se destacó en la práctica del baloncesto, del que formó parte de la Selección Nacional de Guatemala y, aún hoy, conserva el récord del jugador que más puntos ha conseguido en un solo partido”.(www.todomusica.org). No me sorprende conocer esta faceta suya, cualquier humano nace bueno para algo, ojalá nunca más hubiera empuñado una guitarra, a lo mejor hoy tendríamos un gran entrenador de básquetbol. Zapatero a tus zapatos, decía un viejo remendón.He aquí un par de canciones, de puño y letra de ambos contendientes, “en esta esquina el trovador de América y en la otra, un simple trovador nomás”. Las elegí porque ambas hablan de cosas cotidianas, de objetos y personas recordadas, amén de que en las primeras líneas guardan cierta semejanza de estructura por la evocación de sus posesiones más queridas. Que los jueces del ring den su veredicto.
TúRicardo Arjona
Tú
mi proa, mi timón, mi timonel, mi barco y todo
mi mar, mi ancla, mi arena y mi caña de pescar
mi brújula y mi norte, mi puerto y mi soporte
mis velas y mis redes, mi pesca y mi muelle
mi dramamina pa'l mareo
mi capitán y mi tripulación
que más puede pedir el corazón.
Tú
mi piano, mi papel, mi tinta china, verso y todo
mi mejor musa, mi guitarra y mis intentos de canción
mi alfabeto en español, mi mejor inspiración
mis cuartetos, mis clavijas
mis ideas sin valijas, mis cartas sin correo
y esta historia merodeando la razón
que más puede pedir el corazón. Coro:
Tú
el teflón donde resbalan mis problemas
tu, mi paz y mi batalla, mi verdad y mi novela
Tú
mi vicio, mi adicción, mi filosofía
mi coherencia y mi locura
mi desorden, mi armonía
Tú
mi remedio y mi mal
la criptonita de este superman.....
Tú
mi semilla, mi jardín, mi jardinero, flor y todo
mi mejor abono, mi hoja y tallo
mi rama y mi raíz, mi sol mi regadera
mi agua y coladera, mi fertilización
mi estambre tornasol, mi polen, mi pistilo en celo
mi lluvia, mi pétalo y botón
qué más puede pedir el corazón.
Coro:
Tú
el teflón donde resbalan mis problemas
tu, mi paz y mi batalla, mi verdad y mi novela
Tú
mi vicio, mi adicción, mi filosofía
mi coherencia y mi locura
mi desorden, mi armonía
Tú
mi remedio y mi mal
la criptonita de este superman.....Fuente: musica.com
La canción más hermosa del mundoJoaquín Sabina
Yo tenía un botón sin ojal, un gusano de seda,medio par de zapatos de clown y un alma en almoneda,una hispano olivetti con caries, un tren con retraso,un carné del Atleti, una cara de culo de vaso,un colegio de pago, un compás, una mesa camilla,una nuez, o bocado de Adán, menos una costilla,una bici diabética, un cúmulo, un cirro, una strato,un camello del rey Baltasar, una gata sin gato,mi Annie Hall, mi Gioconda, mi Wendy, las damas primero,mi Cantinflas, mi Bola de Nieve, mis tres Mosqueteros,mi Tintín, mi yo-yo, mi azulete, mi siete de copas,el zaguán donde te desnudé sin quitarte la ropa.Mi escondite, mi clave de sol, mi reloj de pulsera,una lámpara de Alí Babá dentro de una chistera,no sabía que la primavera duraba un segundo,yo quería escribir la canción más hermosa del mundo.Les presento a mi abuelo bastardo, a mi esposa soltera,al padrino que me apadrinó en la legión extranjera,a mi hermano gemelo, patrón de la merca ambulante,a Simbad el marino que tuvo un sobrino cantante,al putón de mi prima Carlota y su perro salchicha,a mi chupa de cota de mallas contra la desdicha,mariposas que cazan en sueños los niños con granoscuando sueñan que abrazan a Venus de Milo sin manos.Me libré de los tontos por ciento, del cuento del bisnes,dando clases en una academia de cantos de cisne,con Simón de Cirene hice un tour por el monte Calvario,¿qué harías tú si Adelita se fuera con un comisario?Frente al cabo de poca esperanza arrié mi bandera,si me pierdo de vista esperadme en la lista de espera,heredé una botella de ron de un clochard moribundo,olvidé la lección a la vuelta de un coma profundo.Nunca pude cantar de un tirónla canción de las babas del mar, del relámpago en vena,de las lágrimas para llorar cuando valga la pena,de la página encinta en el vientre de un bloc trotamundos,de la gota de tinta en el himno de los iracundos.Yo quería escribir la canción más hermosa del mundo.
Fuente: joaquinsabina.net
Habrán notado que apenas menciono a Sabina, no hace falta que lo defienda, sus versos hablan por sí solos. Después de esta ociosa comparación, ¿alguien duda de quién gana por Knock Out?
publicado el 03 febrero a las 21:08
AL FINAL LA MIERDA HUELE IGUAL SEA DE PRINCIPE O SIRVIENTA...!!! ERES GRANDE SABINA.. HAY QUE RECONOCERLO PERO NO TE DA DERECHO A INSULTAR A ARJONA NI A QUIENES LO SEGUIMOS POR QUE CREEMOS QUE ES EL MEJOR.....
publicado el 25 octubre a las 20:19
Bueno para empezar no es "si los yankees habitaran la luna...", sino "si habitaran la luna", y no puedes compararlos porque Ricardo se basa en Joaquín, es como el reggaeton, todos hablan de sexo, violencia, etc y no por eso se andan copiando, así Sabina es el precursor, junto con otros, de un estilo, al cual Ricardo pertenece.
publicado el 11 abril a las 06:12
me parese bien para un libro no para una cancion
publicado el 11 abril a las 06:11
definitivamente me quedo con arjona.... mi bola de nieve