La punta de plata es igual que la mina de un lápiz que se introduce en un lapicero y se puede dibujar. El soporte ha de ser resistente, en este caso papel de caballo, al que se aplica una imprimación a la caseina. El papel debe estar sujeto firmemente a un tablero y sobre él se aplica esta preparación. Cuando seca se lija, y ya se puede comenzar el dibujo elegido, trabajado igual que si fuera lápiz pero el resultado es mucho más delicado y sutil.
La punta de plata es un método muy antiguo, ya era utilizado por los romanos que lo aplicaban sobre tablillas. Una de sus características es que con el tiempo, el proceso de oxidación del metal embellece o mejora la calidad del trabajo.
Este ejercicio fue realizado en el taller de M. José Barrera.