Sobre el lienzo puntos de colores puros en lugar de pinceladas, en su paleta no faltaba el blanco mezclado con los colores primarios, obteniendo multitud de tonos. Desde el centro partían los matices puros, desvaneciéndose hacia el blanco cuando llegaba al borde exterior.
La óptica es fundamental en esta técnica, los colores presentes en la naturaleza son los que en la retina del que mira, observa el cuadro los une. El conjunto de puntos produce el efecto buscado.
Matemáticas, algo tan hermoso y presente en la naturaleza, en el universo que nos ocupa, como no poder aplicarlo en la pintura. Cuentan que existen relaciones matemáticas entre los tonos musicales, pues de igual manera hay relaciones físicas entre los colores, demostrado esta en el laboratorio. Así que, no hay más que hablar.
Así fue, como confeccionaron un disco en el que reunían todos los matices del arco iris, unidos unos a otros mediante un número determinado de colores intermedios.
Sensación de que la luz emana del objeto.
El dibujo recobra la importancia perdida en otras técnicas, se perfecciona y se diferencia en dos fases, boceto y obra final.
En contra son cuadros con apariencia artificial, sin movimiento.
La otra tarde, hicimos algunas muestras, que no quedaron demasiado bien.
Marijose.- Experimentando con su retoño.