Revista Talentos
Tan solo, y por toda herencia, unos puntos suspensivos. Los sustantivos, adverbios, posesivos, determinantes, intransitivos... y hasta las onomatopeyas las disfrutó y consumió en vida. No digamos ya los derechos de autor, que los dilapidó por anticipado. Nada dicen los herederos. Pareciera que su muerte les hubiera dejado sin palabras.