Yo os propongo esto que yo digo a menudo y resulta enriquecedor:— “¿Cómo estás?”— “Bien, no puedo quejarme”, y corriges. Sí, claro que puedo quejarme, pero no lo voy a hacer. No voy a amargarte este momento, ni amargármelo yo, —salvo que la queja fuese dirigida precisamente a tu interlocutor… pero ese dificilmente te va preguntar cómo estás, te lo aseguro—. O también: “podría quejarme pero no dejes que lo haga”, éste es un reto precioso para tu interlocutor, ¿no os parece?Tendemos a quejarnos con demasiada frecuencia y probablemente donde menos falta hace y menos efecto surtiría.Prueba la fórmula y luego me cuentas.Es urgente descontaminar emocionalmente el ambiente.Revista Talentos
Purificando el aire
Publicado el 03 febrero 2014 por Jcbarona
Yo os propongo esto que yo digo a menudo y resulta enriquecedor:— “¿Cómo estás?”— “Bien, no puedo quejarme”, y corriges. Sí, claro que puedo quejarme, pero no lo voy a hacer. No voy a amargarte este momento, ni amargármelo yo, —salvo que la queja fuese dirigida precisamente a tu interlocutor… pero ese dificilmente te va preguntar cómo estás, te lo aseguro—. O también: “podría quejarme pero no dejes que lo haga”, éste es un reto precioso para tu interlocutor, ¿no os parece?Tendemos a quejarnos con demasiada frecuencia y probablemente donde menos falta hace y menos efecto surtiría.Prueba la fórmula y luego me cuentas.Es urgente descontaminar emocionalmente el ambiente.