Armo tu rostro en cada grito de mañanas y tostadas
armo tu olor a mujer en tu última nota de despedida
en los azules de los sueños
en cada despertar,
del sueño y de tu olvido
te armo y te desarmo como si te tuviera por partes
como si pudiera armarte y ser caricias
como si pudiera armarte y darte alma
como si pudiera armarte y desarmarte
como si pudiera armarte y amarte
armo tus labios al atardecer
tus piernas en el medio del invierno
armo mi recuerdo de vos y le pinto tus ganas
y te hablo despacito y al oído
y te cuento mis mas antiguas vergüenzas
y lo mucho que te he querido
armo un día la mitad de tu rostro y le pongo cielo
a la semana siguiente, armo sin querer armar
y en las noches de borrachera, armo tus ojos, tus pechos
y hasta me animo y le pongo corazón.