¿Qué es Dios?

Durante muchos años he debatido sobre dios y los dioses, sobre la creencia y la fe, sobre la moral y la ética, sobre lo natural y lo sobrenatural y, como yo muchos amigos y compañeros. No se por qué extraña razón hoy me pregunto qué se entiende por dios, por el concepto dios.
Es normal y me parece normal que en una educación y sociedad religiosa, concretamente cristiano-religiosa demos por válido el concepto de dios que nos enseñaron de niños: “un ser omnipotente, omnipresente, creador, humanizado a imagen y semejanza nuestra y a la vez un salvador de nuestros males”, ver más en la Wiki.
Yo creo que la sociedad cae muchas veces en el error de seguir con la educación religiosa que recibimos (con ese patrón aprendido sobre el concepto dios) de esa religión monoteísta con un concepto de dios que sería bueno revisar. Como naturalista y observador de la naturaleza desde la vida microscópica a la vida pluricelular de los grandes mamíferos y la vegetal de la que tanto nos olvidamos a veces, el concepto dios retoma otra visión diferente.

Ha habido culturas, grandes culturas que tomaron una visión diferente de Dios o dios, según la visión del creyente, por ejemplo los celtas cuya religión animista lo sentían en la propia naturaleza con más de un dios, creencia politeísta. Los celtas adoraban las fuerzas de la naturaleza y como los celtas cientos de culturas a lo largo de la humanidad. Otras en cambio lo relegan a un tótem único: dios es todo en nosotros y entre todo, toda la expansión del Universo, culturas orientales por ejemplo. Una filosofía mas que un deísmo pero con una línea tan fina de separación que entra en sospecha. Y entre este ejemplo un sin fin de variantes, tantas como culturas y siglos en nuestra existencia en el planeta.

Dios se ha pintado muchas veces como un conjunto de entidades fantásticas dedicados a cubrir los efectos, miedos y sentidos del ser humano, las religiones politeístas han hecho de esto un arte de la representación de los temores, de los efectos naturales desconocidos y del desconocimiento neto y el ansia por una creencia en lo trascendental. ¿Y qué es lo trascendental según culturas? Sería una pregunta a responder en otro momento, pero dejemos por definir sutilmente lo trascendental como aquello que sin comprensión alguna trasciende más allá del ser humano, y si les parece bien, todos contentos. Pero ¿Hay realmente algo más allá que trasciende al conocimientos del ser humano? Para mi es una ilusión.

“Como todas las ilusiones de precognición, no implica capacidades paranormales, aunque no es sorprendente que creamos en estas cosas porque queremos creerlas. Los seres humanos somos criaturas muy asustadizas, y necesitamos conocer nuestro futuro…” Nicholas Humphrey

Dios, un término usado para adorar, maldecir, temer, confiar, cubrir miedos e inquietudes, afanarse en la rápida negación o en la pronta afirmación. Un término valido para toda creencia según inspiración o mito, un término versátil para miles de caraduras que han hecho de esa definición una forma de vida fácil, las sectas por ejemplo. Dios un término para dominar a una sociedad bajo el juicio eterno en un más allá. Dios un término “camaleónico” válido para definir cualquier ente surgido de lo incomprensible y entendido desde la antropología en los albores de la humanidad y denostado hoy en día en la cultura del conocimiento y edad moderna.

¿Qué es dios para un ateo, para un creyente, para un filósofo o un agnóstico como un servidor? Como el humo de un chamán cuyas siluetas y formas en cada cual recuerda a un ente “real” en la imaginación. Detrás de esa forma imaginaria, de ese sueño en vigilia sobre dios existe un motivo, una experiencia en la vida, unos sentimientos y sobre todo una necesidad.
Y para ti ¿qué es dios?

Jean Pierre Dubarri

Porcentaje por países de ciudadanos de la Unión Europea que marcaron en 2005 la casilla «creo que existe un Dios». Según el Eurobarómetro.

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