A veces, sobre todo cuando recién iniciamos en el mundillo de la escritura creativa, nos preguntamos: ¿Qué es el nudo y desenlace de un cuento?
Respuesta corta: el nudo y desenlace de un cuento, son dos elementos indispensables para que la narración cause interés en la lectura. Sin estos dos elementos no puede haber un cuento atrayente.
Qué es el nudo y desenlace de un cuento?
Explicación más larga:
El nudo y desenlace son dos componentes que no deben faltar en un cuento. El nudo es la parte que va a dar la tensión narrativa, mediante las dificultades que enfrentan uno o varios personajes en la consecución del objetivo. El desenlace, en cambio, es la parte del relato donde se sabe cómo concluye la historia y cómo se resuelven el nudo o los conflictos.
El nudo del cuento: cómo se construye
Para que haya un nudo en un cuento deben entrar en acción dos fuerzas: una positiva, la del personaje (o personajes) que lucha por conseguir algo; otra negativa, la de otro personaje (el antagonista) que trata de que el otro personaje no consiga su objetivo.
Ejemplo de nudo en un cuento
En el cuento Caperucita roja, el objetivo de la niña (Caperucita) es llegar a casa de su abuela a entregarle comida; esa es la acción de una fuerza positiva. Pero El lobo mira a la pequeña en el bosque y tratará no solo de que la niña no llegue a su destino, sino que su intención es devorarla; esta es la acción de la otra fuerza, la negativa. Estas dos fuerzas, la de Caperucita que lucha por llegar con su abuela, y la de El lobo, que persigue impedírselo, generan el nudo o conflicto narrativo.En una imagen descriptiva, el nudo o conflicto es más claro: Imaginemos a una persona (la fuerza positiva) o personaje (ejemplo: Caperucita) jalando una reata; si la jala y nadie se lo impide no tendrá problemas, y si alguien mira esa persona jalando esa reata con facilidad, tal vez se aburrirá.
Pero que tal si mientras jala la reata, llega otra persona maldadosa (o personaje, ejemplo: El lobo) y coje la punta contraria y empieza a jalar en sentido opuesto.
En eso, el primero que jalaba la reata, al percatarse de esa acción, empieza a jalar con más fuerza; pero el otro que tiene tomada la otra punta también opone más resistencia; entonces, se genera la tensión de la reata, quizá a punto de tronarse.
Imaginemos ahora que mero en el centro de esa cuerda se ha formado un nudo, el cual con las fuerzas que tiran en sentido opuesto, se tensa demasiado; y podría llegar al punto que la persona o personaje que llevaba jalando esa reata esté ya muy sudorosa, por la dificultades que tiene para avanzar. ¿Verdad que ya cobra mayor interés observar a esas dos personas (o personajes) jalando la reata en sentido opuesto cada uno? Y querremos saber cómo acabará la batalla en los jaloneos de la reata. Así se forma el nudo literario en el cuento.
Y lo mismo con el nudo en el cuento: seguiremos atento al relato, para ver qué pasa.