¿Qué es el periodismo?

Publicado el 20 junio 2015 por Isabel Topham
Hace un mes (escaso) tuve el privilegio de asistir a una rueda de prensa en mi facultad, en la cual nos hablaron un poco sobre esta ciencia; la cual está infravalorada entre la sociedad. Por ello, me ha parecido buena idea compartirla con todos vosotros. Espero que os guste, y podáis (incluso) criticarlo.


Todos sabemos que la publicidad es una mínima parte del periodismo, pero no es lo mismo ser periodista que ser publicista o publicitario; como tampoco nos podemos dedicar al sector de la información y la comunicación al mismo tiempo, ni siquiera formándonos en uno y trabajando en el otro. Ser periodista implica informar al mundo sobre lo que pasa dentro de él, mientras que el publicista vende la realidad.

He tenido el privilegio de asistir a una conferencia sobre el fotoperiodismo impartida por Gervasio y Ricardo García Vilanova, quienes nos han contado cuáles han sido sus experiencias y el secuestro sufrido en Siria, en este mismo año, cuando ésta ha estado en guerra. Ambos son periodistas de guerra; quienes van a ésta misma para sacar la información necesario e informar al pueblo. Tienen numerosos premios y de gran prestigios. El periodismo dura las veinticuatro horas de un día, los siete días de la semana y los 365 días de un año; desde bien joven, al comenzar tus estudios periodísticos en la universidad hasta, prácticamente, cuando te mueres. Y todo lo que haces lo haces como periodista. Cuando duermes, duermes como periodista. Cuando sueñas, sueñas como periodista. Cuando comes, comes como periodista.
Pero, antes de empezar, empezó a hablar el representante de Bankia quien expuso en su discurso "para hacer periodismo hay que apostar por él" y, seguidamente, habló de un premio de gran prestigio que habían recibido por el mejor programa que concede a sus trabajadores al poder adquirir también experiencias en el extranjero, dando a su vez patrocinio al campus universitario al que pertenezco como alumna de Segovia.
Leitmotiv, sin periodistas no hay periodismo. Publicitar es hacer público los temas de importancia. Los publicitarios deben reivindicar lo bueno de esta profesión en la comunicación. Y no por ello, debemos ser imprescindibles, tanto periodistas como publicistas o publicitarios éticos que se preocupan por la realidad. Pero sí, necesarios.
Podemos pensar que el periodismo actual está desprestigiado, y no hay razón para no pensarlo. La primera palabra que debemos aprender en la universidad, tanto si somos periodistas como publicistas (que no es lo mismo, aunque ambos tengan que seguir unas reglas parecidas), es NO pero siempre y cuando también sepamos decir Sí a algunos criterios, valores, ideas... etc. Pero, como paralelismo al tema de fotografía, si tú estudias medicina, siempre vas a tener conocimientos (aunque sean primarios) y, sin embargo, al ver a un médico profesional en el quirófano te vas a quitar de en medio y te vas a limitar a observar; dejando así que sea él quien haga las cosas al saber cómo hacerlas debido a la experiencia adquirida con los años de profesión. Si dices que no a los 20 años, lo seguirás diciendo a los 40, y a los 60... y a más edad. Después, hace que te arrepientas de lo que has podido hacer y te gustaría haber hecho y, en cambio, no has hecho por haber dicho que sí a algo que ni te llama la atención; renunciando así, a tus preferencias. A veces, decir que no es mucho más positivo, e incluso te respetan más.
Muchos fotógrafos le dan al gatillo pero no saben cómo organizarse. Hay que editar mucho, especialmente, con la cabeza. Hay mucha fotografía de muertos y, sin embargo, la esencia del periodismo son las de los vivos; porque, éstos, son las víctimas civiles, cuanto más cerca de ellas, más cuestionables serán y, por tanto, más cerca se está de la verdad. El periodismo en su caso, es vigilar a quiénes nos engañan, entre otras cosas.
Vilanovas dijo que el futuro es bastante negro en comparación a como lo conoció. Una de las mejoras ha podido ser gracias a las cámaras digitales con pantalla giratoria que nos permiten vernos en el minuto exacto que empezamos a grabar. En cuanto al tema de las víctimas hay que tratarlo con bastante tacto, siendo a su vez algo muy subjetivo. Son imágenes trágicas y con titulares tan llamativos con el fin de llamar la atención y ganar audiencia que de informar a la población sobre la situación, que inundan las portadas de los periódicos y las revistas.
A lo largo de la vida profesional, siempre vamos a saber quién trabaja decentemente y quién no. Al leer un periódico nos fijamos en quién lo ha escrito, como al ver una fotografía en su autor. Seas bueno, regular como un mal profesional ten por seguro que vas a recibir algún premio; la calidad no te impide no tenerlos, pero sí determina el número de ellos. Me explico, cuánto mejor seas más premios tendrás a tu nombre; y cuánto peor seas, sólo algunos. Esto precisamente está muy bien para congeniar la calidad del trabajo con la propia motivación del profesional. Eso sí, si por algún casual, nos pillan manipulando ya nos podemos olvidar de encontrar trabajo en lo nuestro; porque, la "fama" de haber hecho eso también se adquiere y, tarde o temprano, todo el mundo se llega enterando. Y nadie quiere compartir su puesto de trabajo con alguien que hace esto.
Por otra parte, en el periodismo es muy importante ponerse delante del espejo cuando nos tenemos que decir algo muy fuerte, ya que uno no se puede ver de la misma manera en el espejo al tener que decirse que su hijo se va de putas. La creencia, por su parte, tiene unos cánones que no te permiten la creatividad ni la libre realización de tu trabajo, pero que tú tienes que creer tanto en tu trabajo para que todo lo que tú cuentes sea lo suficientemente creíble para que otros se lo crean y hasta se les quede grabado al lector. Si lo consigues, estás validando tu trabajo porque, de lo contrario, no serviría de mucho (ni nada). Ni siquiera hay alguna directriz que seguir para hacer periodismo.
Sin embargo, el periodismo en España es hacer puro entretenimiento si eres quien quieren que seas te venden a gusto de caramelo; destrozando a su vez, la propia realidad. No debería de ser así, ya que el periodismo es un servicio, independiente y no vinculado a la economía empresarial. El miedo es el mejor antídoto para hacer estupideces. Nadie quiere compartir el café de los domingos con la fotografía del coche que vale 50000 euros ni con la de los niños muriéndose, y esto es el problema.
Son muchísimas gente quienes quieren ver historia de ver, y no un refrito. Y los medios de comunicación están inundados de ellos. Al igual que están llenos de columnistas. Por qué. Porque es lo más barato. Los jóvenes deberían apostar por medios que ofrezcan una información de calidad; quienes tienen que tener el poder: "Si no me la ofreces, no te la compro." Por otra parte, estamos tan cansados de recibir información que ya ésta misma pasa desapercibida (incluso la de calidad); que eso de "relevante" es una etiqueta más que se la atribuye el ciudadano conforme a sus intereses. También es cierto que por escribir un artículo o hacer una fotografía no se va a cambiar el mundo; y no es por ser pesimista. Sólo es un material sobre el que trabajar para las empresas que se dedican al periodismo, dando así un sentido a éste. Un médico salva vidas, un fotógrafo en Siria, en cambio, no hace nada.
En cuanto al tema de Internet, el problema no es éste sino en cómo se usa. La fotografía tiene que tener información, transmitir algo y no dejar indiferente o, en su lugar, dejar sólo a la menor cantidad de gente posible; y, por último, tiene que tener una composición. Las verdaderas historias son las que caben en los medios de comunicación, siendo el verdadero periodismo; y, esto ocurre, porque nadie apuesta por ello. Trabajamos para un cambio y este cambio lo hace quien dirige la empresa. Para ello, hay que saber dar un enfoque positivo al producto que se vende, ya que es una contradicción vender un producto de lujo y luego enseñar que hay niños que mueren de hambre o bajo las bombas; en el caso de saber cómo hacerlo, ya se estaría dando ese enfoque positivo y, por tanto, la publicidad en su caso ya estaría solventando el hundimiento del periodismo. Pero, el problema está, en encontrarlo. En mayor medida, la publicidad es la culpable de haber hundido el periodismo actual. Pero, tengamos en cuenta que, al igual que, hay periodismo bueno y malo, también hay publicidad buena y mala.Todos somos peones porque una vez que trabajamos con una empresa, ésta misma nos quedará marcada de por vida.