En este tipo de situaciones pueden aparecer pensamientos catastróficos, aumento del ritmo cardiaco y respiratorio, tensión muscular, molestias en estómago y “conductas de seguridad” que son aquellas encaminadas a eliminar la posibilidad de que ocurra lo que la persona teme (evitación y escape).
Hay pensamientos del tipo: “Voy a meter la pata, haré el ridículo, pensarán que soy raro y nadie querrá hablar conmigo”. También hay algunos pensamiento de autocrítica: “no sirvo para nada, soy tonto” y de evaluación negativa de las propias sensaciones fisiológicas de ansiedad.