¿qué es un beso?

Publicado el 21 noviembre 2014 por Lasuelta

A veces me pides un beso.

Sin nombrarlo. Con tus ojos.

Me lo pides o lo suplicas, en silencio.

Y yo me acerco a regalártelo, ofrecértelo,

brindártelo, embriagarte o cubrirte con él.

Otras veces simplemente los espero,

los anhelo,

los deseo como miel de dulzura,

código de un deseo indomable.

Necesidad animal.

Te miro cuando no miras.

Te hago ojitos en la penumbra.

Tú me adivinas, o no.

Me besas, o no.

Yo sigo anhelando.

Y en un mágico instante

se encuentran las miradas.

Se entienden, sonreímos.

Y suena un beso.

Largo, intenso y nuestro.

Porque... al fin y al cabo...

¿qué es un beso?

Es el simple chasquido de unos labios.

De mis labios con los tuyos.

Es el deseo no escrito.

El encuentro de dos anhelos.

El ansia calmada.

El sosiego del alma.

Es el punto de unión de las dignidades.

Donde se impone el silencio y se corroe la lujuria.

Es el sorbo de un Gin Tonic. Compartido.

Nada puede decir un beso

y todo lo dice el beso.

Es la esencia de la expresión.

Es la mejor manera de iniciar un encuentro

y la inmejorable para sellarlo.

Es la paz. El cariño concentrado. Honesto.

El "¡ te sigo queriendo!". El "¡qué ganas de verte!".

Nada puedo hacer con mis besos

más que dejártelos, delicados,

en la esquina de tu boca.

Para descifrarlos. Leerlos. Quedártelos.

Usarlos o tirarlos. Son tuyos.

O quizás, probablemente, a lo mejor...

Cumpliendo mi deseo:

Devolvérmelos, con pasión o ternura;

con delicadeza o bravura,

con lengua o sin lengua.

¡Qué más me da!.

Pero ¡devuelve! ¡Respóndeme!

¡Bésame!

Por lo que más quieras.

O vete al diablo, amor mío.

Zalamera.

La Suelta.